Por: José María Maggi
El presidente comunal de Colonia Teresa Santiago Vigil le pidió ayer al ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro que “elija mejor a sus funcionarios y a los jefes policiales: San Javier es el pueblo más pobre de toda la provincia, y encima tiene que soportar a dos delincuentes en la Brigada de Drogas que extorsionan a la gente”. Es que el referente político –que pertenece al Partido Socialista– se indignó porque su esposa patrocinó a un policía que denunció que la Brigada antinarcóticos de San Javier, cuyo jefe –según la denuncia– le exigió que les entregara varias cabezas de ganado para sacarlo de una investigación en su contra, donde aparecía hablando con un dealer de la zona. La presentación ante Asuntos Internos, fue acompañada incluso con una grabación con la extorsión. Pero la molestia de Vigil pasa por otro lado: como viejos compañeros del Frente Progresista le avisaron al Subsecretario de Seguridad Provincial Dardo Simil, de la maniobra ilegal, lo que detonó la respuesta mafiosa: viralizaron una supuesta denuncia contra el presidente comunal, que contestó denunciando al propio Simil por revelarles a los pesquisas antinarcos, la denuncia en su contra, lo que provocó una demora de más de un mes y su descrédito público. El viernes a última hora el gobernador zanjó el conflicto y le exigió la renuncia a Simil.
Vigil es abogado, nacido y criado en San Javier, ubicada a 150 kilómetros al norte de Santa Fe. Colonia Teresa era un paraje que desde el 2014 fue elevado a comuna, que él mismo preside. Su esposa Stella Maris Zanazzi patrocinó al denunciante, que es un policía de la subcomisaría de Colonia Teresa, por haber sido victima de varios pedidos de coima de la Brigada de Drogas de San Javier. Era un simple consumidor y lo apretaban para no señalarlo públicamente.”Cuando este policía me viene a ver le aconsejo que haga la denuncia con mi compañera y me confiesa que ya había sido víctima con anterioridad de estas mismas personas”. Lo llamativo es que “en esta oportunidad le pedían que entregara ganado vacuno, porque es propietario de unas treinta cabezas. Así que le aconsejé que haga la denuncia porque estos tipos eran unos delincuentes”.
— ¿Cómo se vive esto en San Javier?
— Hay mucho miedo, temor y hasta el propio cura de San Javier me dijo que tenga cuidado de esta gente porque han tenido actitudes muy complicadas en los últimos tiempos. Incluso me comentó que hay policías de esa brigada que están bajo tratamiento psicológico por ser obligados a plantar droga en distintos procedimientos y hasta quedarse con dinero de los mismos.
— ¿Cómo entra en esta historia Dardo Simil?
— Es que lo conocemos a Simil porque mi pareja compartió el gabinete del intendente de San Javier, Mario Migno, así que se le comunicó a él como funcionario de Seguridad, y porque su propio hijo estaba involucrado en las escuchas, mencionado nada más que por su adicción, siendo policía. Pero Simil para cubrir esta situación fue dándole el parte a la Brigada de drogas para tratar de parar la situación. Tal es así que en Asuntos Internos le dijeron al denunciante que ‘no le contara a su abogada todo lo que declaraba porque la cosa podía arreglarse de otra manera’. Esto generó que los extorsionadores no fueran separados de sus cargos inmediatamente. Más aún teniendo en cuenta que presentamos un audio de unos treinta minutos donde claramente se evidencia cómo lo intentaban coimear. Si se hubiera actuado de inmediato, no hubiese pasado todo lo que ocurrió.
— ¿Qué piensa de lo actuado por el ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro en este caso?
— Pullaro dijo que lo habían licenciado a Simil por cuestiones familiares, cuando lo habían echado y el ministro no lo decía porque Simil había pasado información indebida a estos corruptos de la Brigada.
— En el último tiempo se viralizó un documento de la Brigada de Drogas, en la que aseguran que usted les mostró panes de cocaína en su camioneta.
— Mire, hace dos años arreglamos de destacamento policial de Colonia Teresa y entonces estuvimos juntos en esa jornada. Ahora estos tipos de la Brigada dicen que ese día yo les mostré ladrillos de cocaína y fajos de dinero, y que confesé que tenía cocinas de cocaína. Suena increíble. Esto generó mucha bronca porque Dardo Simil les dio tiempo a estos delincuentes para que me ensuciaran públicamente. Y hasta pusieron en riesgo a mi familia.
— ¿Qué actitud debería tener el ministro Pullaro después de todo lo que pasó?
— De ahora en más debería elegir bien a los funcionarios y a las brigadas en localidades complejas como San Javier, porque es la más pobre y vulnerable de toda la provincia. Porque el consumo de estupefacientes se sostiene con actividades ligadas como la prostitución que van de la mano. Hace veinte años que se habla de esto por acá y sabemos que pasa. San Javier necesita un tratamiento muy complejo así como una policía honesta y que no abuse de su cargo, como lo hicieron estos dos delincuentes, que seguramente no serán los únicos porque si el jefe y el subjefe de la Brigada de Drogas hacen estas cosas, no quiero imaginarme el resto.
Fuente: Página12