El Ministerio de Salud de la Provincial de Santa Fe, a través de la Dirección de Promoción y Prevención de la Salud, brindó recomendaciones y cuidados a tener en cuenta ante la aparición de alacranes. Estos invertebrados pueden encontrarse en cualquier época del año pero registran un aumento en el verano, sobre todo en noches de mucho calor.
El peligro proviene de picaduras y el veneno que el animal deja cuando toma contacto con una persona. En los casos más extremos puede ser de suma gravedad.
El Programa Provincial de Control de Zoonosis y Vectores recomienda, para evitar accidentes, extremar cuidados para no entrar en contacto con un alacrán; mantener el hogar y alrededores libres de escombros, ladrillos, tejas, leña, maderas; tapar las grietas u orificios de los revoques de las paredes, sobre todo si éstas son de ladrillo hueco; y sellar las cámaras de las cloacas.
También, se sugiere colocar malla metálica en las rejillas de las casas y utilizar insecticidas que sean inocuos para los humanos, animales y plantas. Si encontró uno en la casa, revisar la cama antes de acostarse, no dejar ropa en el suelo y si ello sucede, sacudirla antes de utilizarla, al igual que a los zapatos: se deben revisar antes de ser colocados.
CÓMO RECONOCER A UN ALACRÁN
El tityus trivittatus es la especie que con más frecuencia se encuentra en la región y la más peligrosa. Presenta una cola con aguijón y púa, pinzas alargadas y el dorso con tres rayas longitudinales oscuras.
La longitud total en un ejemplar adulto de alacrán es entre 40 y 65 milímetros, generalmente de color amarillento o amarillo rojizo, con tres bandas oscuras longitudinales en su dorso, mientras que los ejemplares más jóvenes son de coloración más clara. Tienen cuatro pares de patas, un par de pinzas, y un par de quelíceros (apéndice prensor).
DÓNDE SE LOS ENCUENTRA
Este es un animal de hábitos nocturnos, que permanece oculto durante el día en el suelo o entre las cortezas de los árboles, aunque también es frecuente encontrarlo en lugares habitados, en sitios con maderas caídas, escombros, tejas, ladrillos (ámbito peri domiciliario); pero además, dentro de las casas, en grietas de paredes, pisos, zócalos, huecos de revestimiento de maderas; en desagües que conectan con cloacas; habitaciones y depósitos sin aireación; o detrás de cuadros, bajo los muebles o entre la ropas y los zapatos.
SÍNTOMAS
Se manifiestan con dolor en el sitio de la picadura, que en general es intenso, y una variedad de signos y síntomas locales y generales que se expresan con diferentes grados de severidad, entre ellos: palidez, náuseas, vómitos, salivación excesiva, piel de gallina y palpitaciones.
Por lo general, la picadura sucede de noche, la población más afectada son los niños pequeños y la localización es en miembros inferiores.
Hay factores que determinan la evolución, que dependen de la persona afectada: el peso, el estado nutricional, la presencia de enfermedades como asma, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, diabetes y de la especie del alacrán: el número y lugar de picadura, la cantidad de veneno inyectado y la época del año.
CÓMO ACTUAR ANTE UNA PICADURA
Es fundamental actuar con rapidez y concurrir rápidamente al centro más cercano para su atención y tratamiento y, como se produce dolor intenso, se puede colocar hielo en el sitio afectado para aliviar las molestias mientras se transporta a la persona.
Si en la consulta hay síntomas de gravedad, el paciente recibirá suero anti escorpiónico para neutralizar la toxina.