Son innumerables las quejas de vecinos que utilizan a diario la Ruta Provincial N° 1. Las mismas están relacionadas con el mal funcionamiento o directamente por no funcionar, los semáforos ubicados en los distintos accesos y colectoras de la transitada vía de comunicación, principalmente los situados en el tramo correspondiente a la ciudad de San José del Rincón.
Los Vecinos indican que “No es nuevo hablar del incesante tránsito que tiene esta ruta que une todo el corredor costero pero, que desde su refacción parcial se convirtió en una autovía que debería servir para generar un fluido tránsito entre la ciudad de Rincón y Santa Fe y eso está muy lejos de la realidad. La interminable obra (su inicio data del 2007 aclaran), si bien es un gran beneficio para la zona, ha generado un sinfín de inconvenientes para nosotros los vecinos y ocasionales usuarios de la misma” expresan en forma exaltada.
Y agregan “El que más nos aqueja en la actualidad, es el funcionamiento del sistema de semaforización. Luego de varias tormentas sufridas durante el verano los semáforos en su mayoría quedaron fuera de servicio o movidos de sus ejes, imposibilitando que se vea que función indican”.
Lo mismo ocurría en el lado santafesino pero “Pasado un tiempo prudencial, en el sector que corresponde a la Municipalidad de Santa Fe se fueron corrigiendo y reparando, en la actualidad hay uno solo que no funciona y tiene que ver más con la construcción de la colectora que por una cuestión técnica” aclaran.
Casi con resignación puntualizan que “Sin embargo en el tramo del Municipio Rinconero, se encuentra funcionado un sólo semáforo (el ubicado a la salida de calle Gamboa) los demás o están apagados o funcionan en forma intermitente. Hemos consultado con diversas fuentes municipales y alegan que no es competencia de ellos, que le corresponde a la Dirección Provincial de Vialidad () y que no encuentran respuestas de parte de ellos. Nos dicen además que si la Municipalidad se tendría que hacer cargo de la reparación, no podría hacerlo por los elevados costos que ello implica” explica una vecina. .
Finalmente y comprendiendo lo manifestado por los vecinos se debe convenir que hoy la Ruta provincial N°1 es una trampa mortal, entrar, salir o cruzarla es un hecho temerario en donde está en juego la vida de quienes lo intentan.
Sin inspectores que ordenen el tránsito, sin semáforos que funcionen correctamente y sin una conducta cívica de quienes conducen autos, camiones y principalmente motos, la vida de los vecinos de la costa está en manos Dios y no de quienes deberían, por sentido común y mandato popular hacerlo.
