El Papa Francisco dio su mensaje pascual durante la misa del Domingo de Resurrección, en la Plaza de San Pedro. Tras finalizar, el líder de la iglesia católica impartió la tradicional bendición Urbi et Orbi (para la ciudad y para el mundo). Este lunes 22 de abril el Papa Francisco volverá a la plaza de San Pedro para rezar el Regina Coeli, que sustituye al Ángelus en el tiempo de Pascua.
“Que la alegría de la Resurrección llene los corazones de todos los que en el continente americano sufren las consecuencias de situaciones políticas y económicas difíciles. Pienso en particular en el pueblo venezolano: en tantas personas carentes de las condiciones mínimas para llevar una vida digna y segura, debido a una crisis que continúa y se agrava”, dijo el Papa Francisco ante miles de cristianos de todo el mundo que se congregaron, para recibir su mensaje en el domingo de pascua.
El máximo representante de la iglesia católica instó a los dirigentes de Venezuela a que terminen con la crisis política, social y económica que azota al país desde los últimos años.
“Quienes tienen responsabilidades políticas” en Venezuela deben trabajar para tomar medidas concretas que permitan “sanar las divisiones y dar a la población la ayuda que necesita”, aseguró el pontífice.
Asimismo, durante la misa del Domingo de Resurrección o de Pascua, considerado el más importante para los católicos en Semana Santa, el Papa Francisco abogó ante la crisis que vive Nicaragua, profundizada desde abril de 2018, cuando comenzaron las protestas que exigen la dimisión del presidente Daniel Ortega, en el poder desde 2007.
“Que el Señor resucitado ilumine los esfuerzos que se están realizando en Nicaragua para encontrar lo antes posible una solución pacífica y negociada en beneficio de todos los nicaragüenses”, añadió, desde la logia central de la basílica de San Pedro del Vaticano.
El Papa Francisco pide el fin de los conflictos en Oriente Medio y África
En su homilía, Francisco dedicó un espacio para solidarizarse con las víctimas de las guerras en Oriente Medio. Se refirió a Siria como un pueblo que es “víctima de un conflicto que continúa y amenaza con hacernos caer en la resignación e incluso en la indiferencia”.
“En cambio, es hora de renovar el compromiso a favor de una solución política que responda a las justas aspiraciones de libertad, de paz y de justicia, aborde la crisis humanitaria y favorezca el regreso seguro de las personas desplazadas, así como de los que se han refugiado en países vecinos, especialmente en el Líbano y en Jordania”, subrayó Francisco.
Con relación al recrudecimiento de la violencia en territorio libio, el pontífice pidió que “las armas dejen de ensangrentar a Libia, donde en las últimas semanas personas indefensas vuelven a morir y muchas familias se ven obligadas a abandonar sus hogares”.
Instó a las partes implicadas a encontrar una solución dialogada que ponga fin a la inestabilidad política.
El máximo representante de la iglesia católica señaló que un camino para propiciar la paz es acabando con “la carrera de armamentos y la propagación preocupante de las armas, especialmente en los países más avanzados económicamente”, añadió el pontífice.
También se refirió al conflicto entre israelíes y palestinos. Lamentó que sufran “continuas divisiones y tensiones”, deseó que ambos pueblos busquen juntos “un futuro de paz y estabilidad”.