Dos comisarios de la Policía de la Provincia de Santa Fe fueron detenidos acusados de ser parte de la estructura delictiva de Esteban Alvarado, poderoso delincuente vinculado al narcotráfico. Se trata del jefe operativo de la Policía de Investigaciones (PDI) y su hermano, que es su principal colaborador, oficiales jerárquicos que tienen participación en las más importantes investigaciones encaradas por los fiscales del Ministerio Público de la Acusación (MPA) en el sur provincial.
Los detenidos son el jefe operativo de la PDI, comisario Martín Rey, y su hermano Marcelo Rey, su colaborador más estrecho. Ambos participan en investigaciones relevantes en todas las unidades fiscales del MPA, en especial en la de delitos de Gravedad Institucional, que es la que ordenó su arresto. En el mismo operativo fue arrestada una suboficial de la comisaría 24ª de Granadero Baigorria, Jorgelina Chávez, también acusada por sus vínculos con Alvarado.
Los fiscales del caso solicitaron asimismo la detención de un cuarto policía Pablo Bancora, quien trabajaba hasta hace un mes en la misma oficina de los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, que son los que ordenaron su detención.
Los policías detenidos están sospechados de cooperar con Esteban Alvarado, de 43 años, detenido desde febrero por el asesinato de Lucio Maldonado, quien estuvo secuestrado en noviembre en una quinta de propiedad del primero y luego apareció ejecutado con un tiro en la cabeza y dos en la región lumbar en inmediaciones de la autopista. En aquel momento, entre sus prendas se incautó un cartel de cartón que indicaba la frase “Con la mafia no se jode”. “El Esteban” siempre fue señalado por fuentes policiales y judiciales como un narco igual o más pesado que Los Monos. Sin embargo, nunca fue citado ni imputado por ese delito federal. Alvarado cumplía entonces en libertad la última parte de una condena a 7 años como jefe de una organización de ladrones de autos. Alvarado es sindicado como uno de los criminales más importantes de la provincia y fue capturado en Río Tercero, provincia de Córdoba, el 2 de febrero de este año y en la audiencia del 11 febrero pasado, lo imputaron como instigador del crimen de Maldonado y fue señalado por conexiones con el narcotráfico.
Las relaciones de Alvarado con la Policía de la Provincia de santa Fe, habían quedado al desnudo cuando el fiscal de San Isidro Patricio Ferrari lo detuvo en 2012 como jefe de una banda de ladrones de autos en el conurbano norte de la Provincia de Buenos Aires. El texto de la acusación y de la condena que recibió a 7 años enumera constancias concretas, en las escuchas telefónicas, de esas conexiones con policías jerárquicos que le proporcionaban amparo.
Tras la comunicación del fiscal Ferrari a fiscales locales por este motivo fueron allanadas en 2012 la sede del Comando Radioeléctrico de Rosario, el cuartel de la TOE y tres comisarías.