Ante el estado de incertidumbre general que vive la Argentina y de la que no es ajena la Provincia de Santa Fe, por las desafortunadas políticas económicas del gobierno de Mauricio Macri. Diferentes referentes políticos y gremiales se han manifestado en contra de la eliminación o suspensión de la cláusula gatillo que rige en la provincia para evitar que los salarios de los trabajadores pierdan su poder adquisitivo, ante la escalada inflacionaria.
Las dudas comienzan con algunas declaraciones hechas por el Ministro de Económica Gonzalo Saglione, en donde dice que Santa Fe resignará 2.535 millones de pesos de acá a diciembre por la reducción de impuestos por el gobierno nacional para ese período electoral, Saglione advirtió que la crisis pone mayor presión de gasto a los Estados Provinciales y agregó que “Hay gastos que son fijos y son cuatro grandes bloques los que definen el grueso del gasto del gobierno: salarios, jubilaciones, obra pública y transferencias a municipios y comunas”, poniendo en duda las finanzas de la provincia y dejando entrever dudas sobre la aplicación de la cláusula gatillo . Luego tuvo que salir a aclarar que ratifica la vigencia de la cláusula gatillo que ajusta los salarios del sector público por inflación, aunque consideró necesario poner a discusión “la sostenibilidad” (sic) de las finanzas provinciales. Señaló que seguramente volverá a reunirse con los gremios estatales para analizar la situación financiera de la provincia.
Ante esta situación sectores gremiales salieron a plantear posición, como el Secretario General de la (UDA), Sergio Romero que dijo “Nuestra entidad sindical se encuentra en estado de sesión permanente y presta a iniciar medidas de fuerza si se toca la cláusula gatillo”.
El dirigente nacional dijo que “Santa Fe ha sostenido una forma de actualización del salario que debería ser política de estado a partir del amplio consenso social y político que ganó la herramienta técnica denominada comúnmente cláusula gatillo y fundamentalmente en el mundo del trabajo” y finalizó diciendo que “Por eso decimos que debe tener estabilidad y permanencia en el tiempo a partir del aumento constante y generalizado de precios que pulveriza el salario en la República Argentina”.
Otros de los gremios fue la entidad madre de los trabajadores municipales, FESTRAM, Claudio Leoni, su Secretario General expresó que “El pueblo y los trabajadores dijeron en las urnas basta de ajuste liberal e intentar afectar la cláusula gatillo es no haber entendido nada de lo que nos arrastró́ a la crisis a todos los argentinos”. El gremio municipal exige urgente asistencia del Gobierno Provincial -con equidad y sin discriminación- a los Municipios y Comunas que tienen dificultades para afrontar sus compromisos salariales. Así también exige el tratamiento legislativo para que se autorice el uso total del Fondo de Obras Menores, como un paliativo ante la crítica situación que se está́ desarrollando. Asimismo, se ratifica que la falta de solución al pago de salarios en las Municipalidades y Comunas donde se mantienen retrasos con sus trabajadores, se continuará con el Plan de Lucha anunciado.
Por último, el titular de FESTRAM convocó a la dirigencia del sector a mantener la unidad de acción y evitar ceder a las presiones políticas que afectan la adecuada aplicación de la cláusula.
Finalmente el gremio que nuclea a los trabajadores estatales ATE (Asociación Trabajadores del Estado), dijo a través de su Secretario Adjunto Marcelo Delfor que “Si el gobierno quiere convocar a los gremios para discutir en torno a esta situación extraordinaria de crisis, nosotros, como siempre lo hicimos, asistiremos a la reunión. Tenemos vocación de diálogo, lo demostramos siempre. Pero vamos a discutir en todo caso el impacto que tiene esta situación económica y financiera del país en los salarios de los estatales. Y en relación a la aplicación de la cláusula gatillo”, indicó y aseguró que “Jamás aceptarán discutir a la baja el salario porque creen que para reactivar en esta crisis de la economía, hay que ponerle plata al salario, a la gente, para que consuma, para que esto llegue a los comercios, llegue a la producción”.
“No es la mejor medida caer sobre el salario de los trabajadores y las trabajadoras. Todo lo contrario” concluyó.
