Nos informan desde la localidad de Cayastá que el fenómeno delictivo conocido como “Robaruedas” ha llegado a esta localidad costera. Un vehículo dentro del garaje en una casa de familia fue objeto de estos delincuentes, quienes se llevaron las cuatro (4) ruedas. La denuncia fue radicada en la comisaría local.
Grande fue la sorpresa de una vecina de la localidad de la Costa Santafesina, Cayastá, cuando se levanto en horas de la mañana y pudo comprobar que el automóvil de su proiedad que se encontraba en el garaje de su casa no tenía las cuatro (4) rueda, las que claramente habían sido robadas.
Si bien esta es la primera vez que se hace público un delito de estas caracterisiticas en Cayastá, según los vecinos del lugar advierten que esto no es nuevo y que se comenta que esa misma noche hubo otros hechos de similares características.
Esta modalidad delictiva es “común” en distintos lugares de la provincia y lo robado pasa a ser material de venta por distintos canales, entre ellos gomerías que las ofrecen como cubiertas usadas, además, por el alto costo de las mismas en ocasiones el robo obedece a “pedidos” concretos de “clientes” que necesitan ese tipo de cubiertas.
El Negocio de los “Robaruedas”
Debido al alto valor de los neumáticos y sumado a la crisis económica que vive el país, esta modalidad delictiva a tomado un auge preocupante. Los delincuentes suelen atacar en los barrios durante la madrugada. Aparecen como fantasmas y en cuestión de minutos dejan a los automóviles montados sobre cuatro tacos de madera o ladrillos. En algunas ocasiones –cuando no tienen tiempo o el lugar está transitado- roban solamente la rueda de auxilio.
Las compañías aseguradoras ven con preocupación este fenómeno que crece y según algunos comercios de la capital santafesina aseguran que “Por día estamos teniendo más de 15 pedidos de reposición”, y agregan que no hay un rodado en particular que sea el más buscado, roban todo tipo de ruedas, desde las de un auto pequeño hasta las de una camioneta importada. Sobre distintas anécdotas se cuenta la de un propietario que se enteró dónde estaba la rueda que le habían robado y que la pagó a un precio inferior para que se la devuelvan.
Si bien no hay una dimensión real del volumen de dinero que genera el negocio de los “robaruedas”, pero teniendo en cuenta la cantidad de denuncias, pedidos de reposición y precios que tienen, asciende a varios millones.
Una de las hipótesis, además de las obvias, está quienes aseguran que gran parte del producto robado va a parar a las concesionarias de autos usados de todo el país donde se dice que ya existe un circuito que abastece a este mercado.
Lo cierto es que el fenómeno existes y tanto la policía como la justicia afirman estar trabajando en poner fin a esta actividad delictiva que en esta oportunidad se dió en Cayastá.