Días pasados en la localidad costera de Santa Rosa de Calchines, y en ocasión de un encuentro de mujeres por el “Día internacional de la Mujer”, se inauguró un espacio de concientización sobre la violencia y lucha de género, denominado “El Banco Rojo”. El mismo está relacionado directamente con el femicidio de la docente Vanesa Castillo, asesinada en el barrio costero de Alto Verde en la ciudad de Santa Fe.
En búsqueda de una acción movilizadora y reflexiva para no olvidar a las mujeres que sufrieron violencia de género, se dio inicio a un proyecto internacional denominada “El Banco Rojo”, que busca visibilizar los femicidios, con acciones culturales en lugares públicos (plazas, paseos), y que ya se puso en prácticas en varias ciudades y pueblos de todo el país.
El proyecto, nacido en Italia y originalmente llamado “La Panchina Rossa”, es una iniciativa cultural y pacífica de prevención, información y sensibilización contra el femicidio. La movida tiene por objetivo que quien la vea, reflexione sobre las cientos de víctimas anuales que han sufrido violencia y se tome conciencia de que los desenlaces fatales son evitables si se hace algo a tiempo.
En el marco de este primer encuentro desarrollado en Santa Rosa de Calchines, se inauguro este espacio del “Banco Rojo” en la Plaza San Martín. La decisión de unirse a este proyecto es producto que esta localidad se encuentra muy sensibilizada por la problemática de violencia de género y además tiene entre sus víctimas a una vecina docente, nos referimos concretamente a Vanesa Castillo.
Vanesa Castillo
Un 15 de febrero del año 2018, es decir hace dos años un hombre terminaba con la vida de Vanesa Castillo, una maestra de 33 años. El femicidio sucedió a la salida de la escuela de la manzana 7 de Alto Verde donde daba clases. Juan Ramón Cano la agredió con un arma blanca en reiteradas oportunidades. Hoy, es el único detenido.
Los familiares de Vanesa, insisten con que se trató de un caso de femicidio por las denuncias que había hecho frente a un caso que sufría una alumna de su escuela por un supuesto hecho de abuso intrafamiliar. Su hermana, Silvia Castillo, sostiene que “El crimen de Vanesa tiene un instigador relacionado con la denuncia de abuso sexual que ella eleva a las autoridades de la escuela. Un informe sobre lo que una alumna de 12 años le había contado que estaba embarazada. Si bien, según la fiscalía, no se logró comprobar, la instigación es clarísima”.
Y agrega que “Vanesa no involucró a nadie porque no sabía quién había abusado de la menor. Hizo lo que hacen los docentes y lo que todos los agentes estatales están obligados a hacer. Cuando están anoticiados de la vulneración de derechos de algún menor, iniciar los protocolos que la institución indica. Hay un protocolo, en este caso, por el Ministerio de Educación consensuado con los gremios. El docente lo que hace es elevar un informe que es el inicio del protocolo. Los que se tienen que encargar de ahí en más son las autoridades”, explica en su reclamo.
Hoy en la plaza principal “Gral. San Martín” de Santa Rosa de Calchines yace como mudo testigo este “Banco Rojo” con la frase “Allí donde alguien lucha por su dignidad, por la igualdad…allí dejo su vida”, que pide un nunca más y justicia para la “Seño Vanesa”.