Ante las permanentes denuncias que recibimos sobre la depredación que se está produciendo en la Costa Santafesina con los recursos pesqueros (ictícolas), que ponen en peligro no solo el medio de subsistencia tradicional de la región, sino también el equilibrio ambiental y el desarrollo económico y laboral por intermedio de la inversión y actividades turísticas. Por tal motivo recurrimos al reconocido Ambientalista y Docente, Dr. Ricardo Mascheroni, para que nos manifieste su impresión sobre el tema.
Dice en su artículo titulado ¡PAREMOS LA DEPREDACIÓN!:
“Quizás la mayoría de la gente piense y con razón, que en estos momentos hay demasiados y graves problemas irresolutos, como para agregar uno más a la larga lista de calamidades nacionales.
Desocupación, violencia, necesidades básicas insatisfechas, deuda externa, marginación, coronavirus, son algunos (sin agotar la lista que daría para un libro) de los problemas, que en honor a la verdad quizás no hayamos generado, pero es justo reconocer que no hemos encontrado las vías para su solución.
Bajo consignas como: “yo argentino” o “no te metás” actuamos con un individualismo exacerbado, como si estuviéramos ajeno a todo. Haciendo del “sálvese quien pueda”, casi un distintivo del ser nacional, permitiendo por años el menoscabo de nuestra calidad de vida.
Actitudes parecidas que con la cuestión social, hemos adoptado en torno a la destrucción sistemática e irracional de los recursos naturales y de la biodiversidad.
Durante décadas y casi en silencio cómplice, presenciamos el aniquilamiento de nuestros bosques nativos y muchas de las especies faunísticas que tenían en ellos su hábitat natural.
Bajo el argumento de brindar un ingreso a muchos pescadores, sometemos a los recursos ictícolas de nuestros ríos a una depredación nunca vista e irracional.
La dolorosa realidad nos está indicando que ingresamos en una etapa terminal de dicha fauna y lo peor es que los tiempos se van agotando.
La pesca comercial a gran escala y sobre todo para exportación, que beneficia a unos pocos frigoríficos, está transformado en desiertos húmedos a nuestros cursos de agua y a las pocas especies remanentes, en reliquias de museos, pero no de ciencias naturales, sino históricos.
Desde hace años, vengo sosteniendo que se debe prohibir la exportación de peces de ríos, ya que Argentina es uno de los pocos, sino el único país que lo permite, lo que provoca una presión no sustentable sobre el recurso.
Esta medida debe ser tomada en forma urgente, a la luz de la tremenda bajante de la cuenca, que al encajonarse las especies, prácticamente sea como pescar en una pecera. Ya algunas provincias han tomado esta iniciativa prohibiendo las capturas en todas sus formas.
Más allá de las quejas que se oyen por doquier, se sigue escribiendo la “Crónica de una muerte anunciada”.
No digo que no haya preocupación por esta situación, todo lo contrario, a la vista de la cantidad de congresos, jornadas, encuentros, etc. que sobre la temática se realizan. Si afirmo, que todos ellos no han servido para disminuir tanta destrucción.
Frente a la crisis de los recursos pesqueros, que por décadas sirvieron para paliar las necesidades alimentarias de amplios sectores y que generaron toda una cultura costera, es necesario actuar con decisión y energía.
Toda la sociedad debe involucrarse para detener este latrocinio organizado del patrimonio natural de las actuales y futuras generaciones, exigiendo de los funcionarios de las áreas respectivas el cumplimiento de sus deberes, respaldando con su participación a los buenos funcionarios y apoyando decididamente a todos los que estén dispuestos a romper las redes de complicidades e inacción que permiten estos hechos.
El periodismo y los medios de comunicación tienen un rol decisivo en tal sentido, aportando su contribución al esclarecimiento, difusión y toma de conciencia sobre el tema.
Seguir en esta inercia paralizante nos llevará a lamentaciones estériles en el futuro y a tener que asumir que no hemos sido capaces de defender un recurso esencial y con grandes proyecciones futuras.
Ricardo Luis Mascheroni – Docente