El impuesto a las ganancias pagado por los trabajadores es sin dudas una de las injusticias más lacerantes que deben padecer quienes perciben un salario, docentes, empleados administrativos, bancarios, enfermeras entre otros ven como gran parte de su sueldo desaparece mensualmente. En este sentido se supo que el dirigente nacional Sergio Romero, Secretario General de UDA, y titular de Políticas Educativas de la CGT a nivel nacional, planteó en la reunión del Consejo Directivo de este martes “La urgente necesidad de que el Estado revise su política recaudatoria en relación a las trabajadoras y trabajadores de la educación”, y en general como política recaudatoria del Estado Nacional.
El Secretario General de UDA, Sergio Romero, planteó en la reunión del Consejo Directivo de la CGT Nacional de este martes “La urgente necesidad de que el Estado revise su política recaudatoria en relación a las trabajadoras y trabajadores de la educación” en tanto “En nuestro sector apenas cruzamos la línea de la pobreza del otro lado nos espera el estiletazo del impuesto a las ganancias como si fuera una trampa o castigo para las y los docentes”.
“Es un impuesto que distorsiona a tal punto que nos lleva salarios enteros producto de nuestro trabajo diario”, afirmó el dirigente.
“El Estado debe tener la creatividad suficiente para recaudar de los que más tienen, no de las y los docentes” y aseguró: “Son insoportables las inequidades que soportamos y con incrementos constantes de precios la famosa <tablita> debería tener otros valores y no comerse literalmente los pocos reconocimientos salariales que tenemos de los gobiernos”.
El impuesto a las ganancias alcanza a importantes sectores docentes y fue elevado por Sergio Romero “Al Consejo Directivo de la CGT para que se reclame urgentemente al Gobierno nacional que tiene la llave para solucionar el problema”, finalizó el dirigente.
Ganancias, Historia de una Injusticia
Antes de la crisis del 2001, el Impuesto a las Ganancias sólo afectaba los sueldos de los niveles gerenciales de las empresas. A partir de ahí, originado por los aumentos nominales de los sueldos que se fueron sucediendo y por el congelamiento y la actualización inferior de las deducciones personales y de las tablas, que se utilizan en el cálculo de la retención, cada año se fueron incorporando más trabajadores a tener que pagar el impuesto.
Actualmente, pagan Ganancias los trabajadores solteros que cobran de sueldo neto (bolsillo) mensual a partir de $ 59.866,23, los casados más de $ 69.488,85 y casados con dos hijos cuando superan $ 79.194,29, que están muy lejos de ser niveles gerenciales.
Esto fue una política implementada conscientemente por el gobierno de esa época, continuó vigente durante el que le siguió y en el actual gobierno. Una prueba es que en el año 2004, cuando se decidió otorgar una mejora salarial para todos los trabajadores se postergó el pago del impuesto de los sueldos de ese mes de diciembre, debiendo calcularse la retención mensual postergando el descuento hacia los primeros tres meses del 2005.
Los descuentos en los sueldos no son ilimitados, hasta ese momento regía un tope del 30% para todas las deducciones: impositivas y previsionales. La resolución 930/93, del Ministerio de Trabajo, fijaba que por las cuestiones previsionales sólo se podía retener hasta un 20% de la remuneración bruta del mes.
Se ha llegado al ridículo que trabajadores no quieran ascender en sus puestos laborales por entender que ahí cobrarían menos, sin dudas una gran injusticia que debe ser resuelta.
