El río Paraná continúa con su tendencia bajante y alturas por debajo del nivel del mar y de los límites de aguas bajas, por lo que en numerosos sectores se visibiliza sobre la superficie la manta protectora del Túnel Subfluvial que une las ciudades de Santa Fe y Paraná, donde monitorean la situación. El mes de julio será especialmente crítico, con afectación a todos los usos del recurso hídrico.
“Queremos transmitirle seguridad a los usuarios: donde se hace visible la manta, ya hay entre 12 y 18 metros de tierra por encima del viaducto”, apuntó el Ente del túnel Raúl Uranga-Carlos Sylvestre Begnis.
En la ciudad de Paraná, el río tiene hoy una altura de -10 centímetros (por debajo de la altura sobre nivel del mar), lejos del límite de aguas bajas (2,30 metros), 1,25 metros menos que a principios de junio, y prevén que alcance niveles muy similares a los registrados en el año que más descendió en la historia.
En 1944, la situación fue peor que la actual: frente a Paraná, el río marcó 1,40 metros por debajo del cero, al igual que en Diamante (-1,29); y en La Paz (-1,08).
A raíz de la bajante, en algunos sectores del río se visibiliza sobre la superficie la manta protectora del túnel subfluvial que une las capitales de Entre Ríos y Santa Fe. El Ente del Túnel explicó que sus “equipos técnicos realizan constantes mediciones batimétricas” y que hasta hoy “NO se observaron cotas comprometedoras ni anomalías en la distribución del flujo”, y las cubiertas protectoras muestran “Un comportamiento adecuado, dentro de un escenario de aguas bajas”.
Por otro lado, el Instituto Nacional del Agua (INA) espera que el 6 de julio el Paraná tenga una altura próxima a los -28 centímetros en la capital entrerriana y que pueda llegar a los 40 centímetros por debajo del cero
“La tendencia descendente continuará en las semanas subsiguientes”, confirmó el INA, y señaló que “NO se espera una mejora sensible en los próximos meses”, con julio “Especialmente crítico, con afectación a todos los usos del recurso hídrico, especialmente la captación de agua fluvial para consumo urbano”.
El caudal que ingresa al tramo argentino del río Paraná es “un 40% el valor promedio de junio de los últimos 25 años”, al igual que en el delta del Paraná, donde el caudal registra “fuertes descensos que acentúan la condición de aguas bajas”, al menos “hasta el 31 de agosto”, agregó el organismo.