Grupos Ambientalistas advirtieron que la actual bajante del Río Paraná, que supera los niveles históricos, “Es un auténtico holocausto ambiental”, consecuencia de la acción humana asociada a la expansión del modelo agroindustrial, sumado a los efectos del cambio climático. “Lo que está ocurriendo en el Río Paraná es un auténtico holocausto ambiental y es el resultado directo de una serie compleja de intervenciones antrópicas asociadas a la expansión del extractivismo agroindustrial, ganadero, forestal, fluvial y minero”, aseguró Rafael Colombo, miembro de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas.
En este sentido, detalló que la bajante “Está ligada al modelo agroproductivo argentino de expansión de la frontera agropecuaria, el incremento de superficies de cultivo como la soja, el maíz o el trigo, que son al mismo tiempo parte de un modelo agroindustrial que trae muchísimos impactos sobre la tierra a partir del uso de millones de litros de insecticidas agrotóxicos”.
Asimismo, Colombo destacó que “La hidrovía Paraná-Paraguay es el cauce de salida del 80 por ciento de las exportaciones argentinas” por lo que “navegan miles de embarcaciones que transportan millones de toneladas de mercadería año tras año”.
“Eso genera mucha presión y mucho hostigamiento sobre el río Paraná y, por supuesto, también está ligado a la pérdida y a la conservación del suelo fruto del deterioro de bosques, de la selva y los montes nativos que han generado que los suelos hayan perdido la capacidad de absorber el agua de las lluvias para poder preservarla y posteriormente derivarla a vertientes, arroyos”, detalló.
Sobre esto, explicó además que “Son muchas las causas que han incidido en las últimas décadas para que tengamos una situación de estrés hídrico como la que atraviesa el Río Paraná. Entre ellas, el cambio climático y la ocurrencia de eventos climatológicos extremos”.
Por esta razón, aseguró que se da cada vez más una alternancia entre sequías y lluvias concentradas y prolongadas, lo cual contribuye a la intensificación de la bajante.
Sobre las consecuencias de esta situación, Colombo sostuvo que “Estamos yendo hacia un proceso de sabanización de nuestros ecosistemas, es decir, se vuelven sabanas, que son ecosistemas secos, áridos, típicos de zonas tropicales y subtropicales”