Informa la Unidad Regional I de la Policía de Santa Fe, con competencia en el Departamento La Capital que siendo la 1.30 del día jueves 12 de agosto, vecinos de la Ciudad de San José del Rincón avisan al 911 que en las calle Pucinelli y Castañeda, se producía un incendio y que además en el interior había un automóvil estacionado. Se trata de la misma casa que el día 24 de julio también había sido incendiada por un grupo de vecinos enardecidos, en ocasión de los delitos denunciados ocurridos en Rincón y que involucraban a un grupo de entrenadores y deportistas por abusos sexuales a menores.
Recibida la denuncia arribaron a la vivienda los agentes de la Comisaría 14° de la Ciudad de Rincón y del Comando Radioeléctrico de la Costa, que preservaron el lugar y constataron que el inmueble no había habitantes. Luego, cuando llegaron los bomberos policiales sofocaron el incendio hasta apagarlo definitivamente.
Según lo relatado por la UR I los agentes policiales se abocaron inmediatamente a detectar por medio de las videocámaras municipales a las personas que podrían haber sido las responsables del ilícito. Esto debido a que prima facie se podía determinar que el incendio tenía características de haber sido intencional.
Los agentes policiales, como determina la ley, pusieron inmediatamente en conocimiento al Fiscal en turno del Ministerio Público de la Acusación, quien ordenó se realicen los informes sobre lo ocurrido y se realicen los peritajes correspondientes.
ANTECEDENTES
Un hombre de 42 años y una mujer de 30 años que son entrenadores de triatlón quedaron en prisión preventiva en el marco de una investigación por delitos contra la integridad sexual cometidos en San José del Rincón de 14 personas que eran sus alumnos y alumnas, 13 de las cuales eran menores de edad al momento de padecer los ilícitos. Así lo ordenó el juez de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), Héctor Gabriel Candioti, en los tribunales de la ciudad de Santa Fe.
El Fiscal Matías Broggi lleva adelante la investigación y es quien solicitó que los imputados fueran privados de su libertad. Según indicó, “los ataques sexuales eran cometidos en viviendas de los imputados, en un lugar al que denominaban “El Pozo” y en sitios en los que paraban cuando viajaban por competencias deportivas”. Asimismo, mencionó que “en al menos una oportunidad, los entrenadores obligaron a un alumno a cometer un abuso sexual en perjuicio de una compañera de entrenamiento”.
