El Geólogo y Profesor de la Universidad Nacional del Litoral, Carlos Ramonell, habló en el programa de radio de Lt9, “Entre Mate y Mate” sobre los efectos de la histórica bajante en distintas zonas de la costa santafesina. En tal sentido, el especialista indicó que es “bajísima” la posibilidad de una eventual actividad sísmica producto de las ‘fallas’ del Río Paraná. la Bajante está formando nuevas islas y en algunos secotres hay “Saltos e Agua” que conforman un nuevo paisaje en la Costa Santafesina.
En diálogo con Lucho Catania y Raúl “Mono” Rivas en Entre Mate y Mate, el Geólogo y Profesor de la Universidad Nacional del Litoral, Carlos Ramonell se refirió a los cambios que se producen en diversos paisajes santafesinos por la bajante. “En algún momento se van a recuperar niveles porque estamos todavía transitando la condición de bajante. La mayoría de los hidrómetros, si bien son escalas puestas arbitrarias siempre señalan los niveles de agua bajas”, indicó. A renglón seguido, el profesional remarcó que “la mayoría de los hidrómetros en el tramo argentino están en el orden de un metro, apenas estamos con niveles de agua un metro y medio superiores o por ahí a el mínimo que tuvimos este año de la bajante que se registró en agosto”.
CAMBIOS EN EL RÍO COLASTINÉ
Ramonell advirtió que “Progresivamente en el tiempo el Colastiné se ha venido enangostando”. “Desde aproximadamente 1980 hasta 2010 habíamos registrado en ese lapso de tiempo que el Colastiné había disminuido su anchura promedio en un 25% y es una tendencia esa que obviamente la bajante acentuó. De hecho, cuando uno lo observa actualmente en imágenes satélites tiene un ancho inferior incluso al del Arroyo Leyes en la zona de la Ruta Provincial Nº1, 200 metros en general”, afirmó.
SALTOS DE AGUA EN LA LAGUNA SETÚBAL
A su vez, el especialista indicó que este fenómeno tuvo lugar en los meses donde la bajante fue más acentuada pero que “con estas alturas hidrométricas han desaparecido”.
“Hay una serie de desniveles ya que el lecho de la Laguna no es homogéneo en su composición biológica, buena parte está cubierta por fangos, por barros de depositación reciente, de las últimas décadas. Pero también aparecen en partes unos estratos que son un poco más resistentes y el agua al pasar sobre ellos origina esos pequeños saltos”, explicó.
EL NUEVO PAISAJE DE CHACO CHICO LLEGÓ PARA QUEDARSE
“Para lo que fue la hidrología del Río de los años 70′ en adelante hasta que se inicia esta bajante en agosto de 2019 estábamos desacostumbrados a ver playas tan extensas y eso durante los 50 años que mencioné fueron parte del lecho lagunar, era lo más frecuente de ver como lecho lagunar”, comenzó explicando Ramonell.
En esta línea, el geólogo se refirió a la existencia de cambios coyunturales que se revertirán cuando seda la bajante y determinados datos hidrométricos retoman niveles tradicionales, y se refirió también a otros cambios en estas zonas que vinieron para quedarse. “Uno de ellos justamente está ocurriendo frente a Chacho Chico donde el desarrollo de los depósitos de bancos y formación de islas que hacen los canales del Arroyo Leyes cuando desaguan en la Setúbal, han transformado realmente el paisaje”, subrayó.
“Ya ahí, frente a Chaco Chico, no va a volver a ser un ámbito netamente lagunar porque está lo que es el frente de avance de esas manifestaciones de islas en forma de un delta que se está formando y que durante esta bajante ha tenido un desarrollo considerable que incluso, particularmente a mí que lo vengo estudiando al tema, me ha sorprendido como ha seguido desarrollándose esta formación de bancos e islas en esa en ese lugar, aún con caudales tan bajos”, comentó.
EL RÍO CORONDA Y SU NUEVA “CASCADA”
Vecinos de la zona han reportado estos tipos de fenómenos en el Río Coronda, donde habría aparecido una cascada. Ramonell explicó esta situación: “hay dos fenómenos de saltos de agua cercanos ahí. Por un lado, están los de la Laguna Coronda que son similares a los que relatamos a los que relatamos sobre la Laguna Setúbal, es exactamente la misma situación. Y, por otro lado, es la del salto de agua, le llaman la cascada del Arroyo Colastiné que es un tributario del sistema del Paraná que viene desde el oeste. Tiene una cuenca muy grande, son aproximadamente 5500 kilómetros cuadrados. Y si bien no llevan mucha agua, al llegar a la Laguna tiene ese desnivel que está muy marcado por la bajante. Vuelve a pasar exactamente lo mismo. Para tener un salto de agua, lo que se necesita es una formación geológica resistente a la erosión que haga que cualquier desnivel se concentre así en una vertical”.
¿LAS ‘FALLAS’ DEL RÍO PARANÁ PODRÍAN GENERAR SISMOS EN LA ZONA?
El profesor de la Universidad Nacional del Litoral a priori aclaró que cualquier lugar del planeta está expuesto a actividad sísmica, lo que varía son las probabilidades de que se produzcan. “La probabilidad es mayor en ciertas zonas que acá en el caso de Argentina están asociadas a la Cordillera de Los Andes, a estos fenómenos de formación de este gran orógeno que están levantándose, que está construyéndose al igual que los levantamientos que tienen cierras pampeanas. Todo el ámbito de sierras de Córdoba, San Luis, La Rioja, etcétera. Entonces, terremotos puede haber en cualquier lado y, de hecho, hubo un terremoto muy significativo en el siglo XIX con epicentro en el Río de la Plata”, explicó.
“La probabilidad de que haya un sismo importante en nuestra zona es muy baja, es bajísima. No está exento en ningún lugar del planeta de que ocurra, pero la probabilidad es muy baja”, sostuvo. A renglón seguido, Ramonell concluyó: “con relación a la falla del Paraná, acá toda la corteza terrestre está fracturada y sí, hay fallas en el Paraná, pero no necesariamente todo el derrotero del Paraná está controlado por fallas. Requiere una respuesta un poco más extensa, pero sí, hay fracturas en la zona. Pero esas fracturas, estas que hay algunas de ellas son fallas, pero no tienen que hacernos pensar en que estamos en una zona sísmica”.