Un equipo de científicos y científicas entre los que se encuentra Horacio Rodríguez, investigador de CONICET – Santa Fe, en el Instituto de Salud y Ambiente del Litoral (ISAL/CONICET-UNL) y en la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB-UNL), demostró que un compuesto presente en muchos protectores solares provocaría retraso de crecimiento intrauterino y alteración en la proporción de sexos. El compuesto es una sustancia orgánica que tiene la propiedad de absorber la radiación ultravioleta UVA y UVB llamada Benzofenona 3 o BP-3. El paper fue seleccionado por el Scientific Committee on Consumer Safety (SCCS), entidad de la Unión Europea que asesora en riesgos de seguridad y salud asociados a productos no comestibles, para formar parte de su última publicación en la que emite su opinión y recomendaciones sobre la reglamentación de uso de BP-3 en productos cosméticos.
Los cinco trabajos, entre los que se encuentra el paper del equipo argentino, demuestran potenciales efectos adversos sobre la fisiología reproductiva y consideran que BP3 no es seguro para la población humana en el porcentaje permitido de 6%. A partir de ello, la SCCS recomendó cambiar la regulación existente sobre los porcentajes máximos permitidos para BP3 en productos de protección solar dentro de la Unión Europea.
Los resultados de la investigación, publicada en la revista Archives of Toxicology señalaron dos situaciones. Por un lado, el retraso de crecimiento intrauterino. “Ello refiere a una condición en la cual un feto no nacido es más pequeño que lo que debería ser de acuerdo a su momento-edad de desarrollo, e implica que su ritmo de crecimiento dentro del útero es menor al normal. Este retraso está asociado a un mayor riesgo de padecer otros problemas durante la gestación, el parto y luego del parto”, explica Rodríguez.
En segundo lugar, en el estudio se identificó una alteración en el “sex ratio“, porcentaje de machos y hembras en una población determinada, observándose un número mayor de crías hembras en el grupo que estuvo expuesto al filtro solar.
La importancia de este hallazgo, explica Rodríguez, radica en que “En los últimos años, se ha difundido el uso del sex ratio como un indicador centinela de exposición a sustancias capaces de alterar el sistema hormonal, denominadas perturbadores endocrinos. Es decir que cuando una población está siendo afectada por perturbadores endocrinos, el sex ratio es una variable que funciona como alerta. Es un resultado muy interesante y que cobra relevancia en el marco de otros trabajos que muestran una reducción en la proporción de varones recién nacidos en distintos países como USA, Japón, Canadá, Holanda, España y Dinamarca. Nuestro trabajo agrega evidencia a favor de la hipótesis de que la exposición a los filtros solares estaría contribuyendo a este cambio poblacional”, asegura.
Ante el impacto de este tipo de investigaciones, los dos investigadores autores de este artículo resaltan la importancia de la ciencia básica., en tanto que brinda información de calidad para la toma de decisiones en materia de regulación. Cabe mencionar que los experimentos fueron realizados en forma complementaria mediante estancias de trabajo en Santa Fe y en Magdeburg. Desde Santa Fe también participaron Julia Culzoni y Carla Teglia, del Laboratorio de Desarrollo Analítico y Quimiometría (FBCB-UNL), mediante el desarrollo de la tecnología analítica para la medición de BP-3 en suero y líquido amniótico.