Son innumerables las quejas de los vecinos de la localidad de Cayastá que tiene conectadas sus viviendas a la red de agua potable local. Desde hace mucho tiempo viene quejándose por el mal estado, color y densidad del agua que fluye de las canillas y artefactos hídricos (como las bombas). Pero en estos últimos días, cuando el calor hace estragos, la preocupación aumenta. Y es razonable.
Según rezan los permanentes mensajes, el agua corriente, potable que distribuye la Cooperativa de Obras, Viviendas y Servicios Públicos no solo es intomable, sino que no se puede usar ni para higiene personal, para cocinar, para tomar mates, lavar ropa, limpiar los elementos de cocina. Sumado a los cortes permanentes en sus suministro y la poca presión y escases con que sale de las canillas.
Algunos más allegados a la Cooperativa sostienen que es el mismo Tanque Mayor que está sucio, que no se desinfecta y limpia como corresponde. Otros aducen al estado de las aguas en baja, de donde se provee la toma principal.
Fuere lo que fuere, con el cobro de una boleta mensual importante, que deben afrontar mes a mes, el vecinos de Cayastá no encuentra respuesta en los reclamos permanentes, pareciera que las autoridades no usan este servicio dado que no han ofrecido solidarizarse ni actuar en favor de los pobladores.
Tampoco les es posible a todos andar proveyéndose de agua mineral envasada, comprando bidones o trasladarse a las zonas donde hay camiones cisternas. Muchos ya están pensando en volver a la perforación privada y bombear su agua (aunque las napas con esta sequía no dan abasto).
Por otro lado, están viendo presentar las quejas ante los organismos que entienden en la materia tales como ENRESS , de Defensa del Consumidor y ante la Defensoría del Pueblo. Ya hubo otras localidades que lograron grandes avances en materia de hacer respetar los derechos de los usuarios y sobre todo que es un tema de SALUD PÚBLICA.
