El Ministerio de Producción, Ciencia y Tecnología fue sede de un encuentro informativo sobre investigación y desarrollo productivo de cannabis medicinal en Santa Fe. La reunión, realizada el viernes, se impulsó articuladamente entre la cartera productiva, el Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), y tuvo como objetivo fue presentar las herramientas de vinculación vigentes para el desarrollo de futuros proyectos privados con las entidades referentes (INTA-CONICET), según lo estipulado en la legislación actual.
Durante el encuentro se comunicó sobre el proyecto provincial en la materia y se informó sobre las líneas de financiamiento vigentes destinadas a la investigación y al desarrollo productivo del cannabis medicinal en Argentina y Santa Fe.
Luego del encuentro, que contó con representantes de 19 entidades, asociaciones y emprendedores privados, la Subsecretaria de Proyectos de Innovación Productiva, Eliana Eberle, sostuvo que “Para el Ministerio de Producción, Ciencia y Tecnología es muy importante poder acercar las instituciones vinculantes a los emprendedores privados y aquellos que vienen desarrollando la producción de cannabis medicinal en la Provincia de Santa Fe”.
PROYECTO DE LA PROVINCIA
El Gobierno de Santa Fe presentó el proyecto provincial para el desarrollo y la investigación de cannabis, iniciativa que se concreta a raíz de la celebración de un convenio junto al INTA y al LIF. A través del mismo se está constituyendo un centro experimental modelo que contará con el desarrollo e investigación de tres diferentes formas de cultivo (exterior, interior y bajo cubierta), y un laboratorio experimental de extracción, purificación y caracterización de sustancias cannabinoides con calidad farmacéutica.
Este centro estará preparado para la extensión de todo el conocimiento que allí se genere, a fin de brindar herramientas claras sobre los requerimientos de estos tipos de cultivos, buenas prácticas agropecuarias y, en complemento, insumos e infraestructuras necesarias para la definición de un productor a la hora de constituir su modelo productivo.