Una ciudad con mal servicio de mantenimiento del alumbrado público es una invitación para aumentar los delitos. Esto está ocurriendo en la localidad costera de San José del Rincón, donde la administración del joven intendente André Soperes NO da respuesta a los insistentes reclamos de los vecinos de los distintos barrios.
La ciudad de Rincón siempre se caracteriza por ser noticias del ámbito policial, robos, entraderas, arrebatos son hechos que ocurren a diario, si bien es cierto que los gobiernos locales no tienen a su cargo la seguridad, no menos cierto es que con su accionar debe colaborar para generar las condiciones urbanas para que NO existan situaciones objetivas que inviten a delinquir.
De esas obligaciones la más básica es el ALUMBRADO PÚBLICO. Vecinos de los barrios de Villa California y Rincón Norte, vienen quejándose desde hace tiempo del mal servicio y de la falta de atención ante los reclamos que efectúan por los canales correspondientes.
Que las luces de las calles funcionen bien es central en una ciudad, en pleno invierno el día se hace más corto y la noche más larga, muchos rinconeros salen a trabajar y vuelven de sus actividades de noche, y encuentran sus calles oscuras. Ante la falta de respuestas muchos vecinos de los barrios, se están organizando para comprar focos para sus calles, incluso buscan electricistas para que solucionen los posibles desperfectos que tienen las luminarias ya instaladas, ES DECIR LA AUSENCIA TOTAL DEL MUNICIPIO.
La sensación que transmiten los vecinos es que el Intendente Andrés Soperes transcurrido un tiempo más que razonable desde que asumió, todavía NO ha encontrado el rumbo y que su gestión es solamente el devenir de la anterior.