La Ruta Nacional Nº 168, no deja de ser noticia respecto a los ataques con piedras que deben sufrir quienes la transitan diariamente. Ayer miércoles 14 de septiembre una mujer que volvía de su trabajo en horas de la noche, fue víctima de un nuevo ataque en la oscura y poco vigilada arteria nacional que une a la capital de la Provincia con la zona de la Costa Santafesina.
Una mujer avisaba por redes sociales, con vos desesperada, que al pasar por el Barrio de La Guardia e ingresando a la conexión para luego tomar la Ruta Provincial Nº 1, siente un piedrazo que impacta en su coche. No obstante continúa hasta llegar a un lugar iluminado, desciende del automóvil y observa que un masculino se acerca y le vuelve a tirar otro piedrazo, a lo que atina a subirse y escapar lo más rápido posible. Luego del lamentable hecho llamó al 911 y advirtió por la red social que vincula a los vecinos lo ocurrido, para que aquellos que estaban regresando, tengan cuidado y actúen con precaución.
La Ruta Nacional Nº 168 desde hace tiempo se encuentra en un estado de abandono total y lo más peligroso, en este tipo de circunstancia, es la falta luz. Son varios kilómetros que están totalmente a oscura y nadie hace nada. El tema puntual es la jurisdicción, es decir quien tiene competencia para el mantenimiento de la ruta, Vialidad Nacional NO hace nada, la DPV de la Provincia de Santa Fe, alega que NO es su competencia, por lo cual No tiene presupuesto para trabajar en ella, y finalmente la Municipalidad de Santa Fe alega similares argumentos y agrega que ha enviado reiterados pedidos a la Delegación de Vialidad Nacional, sin respuesta hasta la fecha. En síntesis, ciudadanos sin protección e indefensos.
Finalmente y ya en el terreno de la especulación, hay que decir que difícilmente un delincuente adulto perdería el tiempo escondido en la oscuridad solo para dañar algún vehículo con una piedra. Saben que cuando tiran una piedra el conductor no se detendrá a menos que la piedra lo dañe severamente, por lo que podemos concluir en que buscan dañar fuertemente (lo que provocaría un accidente que puede ser fatal) para que la detención sea inevitable, e ir a consumar el robo. Las autoridades tienen la obligación de proteger a los ciudadanos honestos y éstos esperan que honren sus obligaciones, en este caso para evitar tragedias.
