Un pescador de la Provincia de Santa Fe, que se dedica a este oficio desde los 9 años, se ió sorprendido días pasados, cuando detectó que en vez de los sábalos que siempre pesca había enredado en las mallas un pez enorme, de unos 12 kilos, muy pesado, macizo, con dientes visibles y un tipo de escama que llama la atención, y que él nunca había visto: se trataba de un SALMÓN, una especie originaria del hemisferio norte habituada a aguas heladas y no al cauce templado del Paraná. El hallazgo es muy raro, pero NO es inédito, ya que varios pescadores han relatado la pesca de peces similares en distintas zonas del río Paraná. Se trata de un ejemplar de SALMÓN CHINOOK,
La pregunta es: ¿cómo llegó al tramo medio del Paraná un animal originario del hemisferio norte? Según los expertos en limnología, ya hubo registros de esta especie en la Patagonia argentina, como resultado de escapes de las siembras de salmones comerciales que se hicieron en Chile a partir de los años 80, “Son animales que se reproducen en ríos y luego salen al mar, migran y encuentran cauces o ríos nuevos en los que entran, buscando lugares adecuados para reproducirse”.
Los científicos aseguran que “En algún momento iban a empezar a aparecer” en la cuenca del Plata, aunque las características del Paraná no son las adecuadas para esa especie originaria de zonas frías. “Tanto la temperatura del agua como la presencia de sedimentos no son las adecuadas para su ciclo reproductivo y es de esperar que no puedan reproducirse en nuestra cuenca. Si bien ya se han reportado algunas apariciones, siguen siendo episodios muy raros y aislados”, detalla.
“Está claro que no nacieron acá, sino que vinieron migrando, son migradores importantes que buscan expandirse. Tienen que haber entrado por el Río de la Plata y luego remontaron el cauce buscando algún lugar con pocos sedimentos y con aguas claras, que es algo que no van a encontrar acá”
UN PELIGRO PARA LA FAUNA LOCAL
La llegada por accidente o por acción voluntaria del ser humano de especies de otras geografías a ecosistemas locales viene con una carga de tensión ambiental importante. Así lo explicaron en relación a los salmones en el Paraná, ya que como todos los salmónidos, el SALMÓN CHINOOK ES UN GRAN INVASOR y UN GRAN PREDADOR DE LA FAUNA AUTÓCTONA, que al no tener depredadores naturales, su población puede aumentar muy rápido y desplazar a las especies autóctonas, con las que compite por lugares de reproducción y alimentación
“Los salmones están entre los 100 animales invasores más peligrosos para los ecosistemas nativos, por eso cuando se siembran salmones en cualquier lado, los biólogos se agarran la cabeza. Son muy agresivos con la fauna local, tanto con los peces como con los pequeños vertebrados, son grandes predadores”