La ciencia continúa buscando la clave de la longevidad. En algunas regiones del mundo, como por ejemplo las conocidas como “zonas azules”, un buen número de habitantes logran alcanzar el siglo de vida. Hay muchas explicaciones para eso y los especialistas las vienen detallando, incluso las mismas personas que soplaron 100 velitas o más formulan sus propias hipótesis. Alimentación, ejercicio físico, sueño reparador, son algunos de los secretos vinculados a la elección de vida de esos hombres y mujeres. Y también, por supuesto, la genética, algo que nadie puede elegir.
Dan Buettner, escritor y periodista estadounidense, fue uno de los primeros en indagar las regiones donde hay mayor expectativa de vida en el mundo (la isla griega de Ikaria; Loma Linda, en California; Cerdenia, en Italia; Okinawa, en Japón y Nicoya, en Costa Rica). Detectó en esas regiones que se alimentan con una dieta baja en proteínas y mantienen un lazo férreo con sus comunidades.
EL ESTUDIO DETECTÓ LOS SIGUIENTES HÁBITOS QUE TIENEN LAS PERSONAS MÁS LONGEVAS DEL MUNDO:
- Encontrar el propósito personal
¿Cuál es el motivo que cada mañana te impulsa a levantarte y ponerte en marcha? Encontrarlo y traerlo a la mente cada mañana es un hábito que practican especialmente en la “zona azul” de Japón. El secreto es encontrar un motivo para vivir y llevar así una vida con propósito, es lo que da una razón para levantarse de la cama cada mañana. El proceso, generalmente comienza abrazando cinco pilares: comenzar poco a poco, aceptarse a sí mismo, conectarse con los demás, encontrar alegría en las pequeñas cosas y estar presente.
- Un desayuno saludable
Está demostrado lo esencial que resulta para una buena salud y para alcanzar una mayor expectativa de vida. Buettner detectó en las regiones que habitan personas longevas que la alimentación basada en plantas y la dieta equilibrada es una de las bases de una vida larga y saludable a la que, por supuesto, se deben agregar otros componentes.
- Disfruta de un café por la mañana
Uno de los hallazgos más reveladores de Buettner es que los que más viven, no saltean nunca su taza de café matutina y bebe entre dos y tres tazas de café negro al día.
Según la Sociedad Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) asegura que el café está asociado con un menor riesgo de mortalidad. Por supuesto, el café no debe beberse con mucha azúcar, que está contraindicada porque aumenta el riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2, y los especialistas dijeron que es preferible darle un toque de dulzor con un chorrito de leche.
- Decir algo agradable a la primera persona que se ve por la mañana
Un estudio realizado por expertos de la Universidad de Harvard —que tiene 20 años, pero continúa teniendo gran vigencia— mostró que las emociones se contagian e influyen en el comportamiento de los grupos como un “efecto dominó” y es muy probable que redunde luego en algo bueno para uno mismo. “Dile algo amable a la primera persona que conozcamos”.