El entramado agropecuario de la Provincia de Santa Fe se encuentra atravesando los efectos adversos de la sequía. En este contexto, uno de los sectores estratégicos apuntalados por la gestión de Omar Perotti es el de la PRODUCCIÓN FRUTIHORTÍCOLA, actividad fundamental tanto para la provisión de alimentos básicos como para la generación de arraigo territorial en distintas localidades santafesinas. Con distintas herramientas se impulsa esta actividad en la zona de la Costa Santafesina, siendo Santa Rosa de Calchines una de las localidades más productivas de la región.
Como respuesta, el gobierno provincial decidió prorrogar hasta el 30 de septiembre de 2023 la declaración de emergencia y desastre agropecuario en todo el territorio provincial, incluyéndose a todas las actividades agropecuarias. Hasta el 30 de junio, los productores pueden gestionar sus certificados a través del Sistema Santafesino de Gestión de Situaciones de Emergencia Agropecuaria (Sisagea) de manera digital y a distancia.
La provincia implementó distintas herramientas complementarias a los beneficios de la Ley de Emergencia que permiten apoyar el sostenimiento de la ACTIVIDAD FRUTIHORTÍCOLA mediante aportes no reintegrables, créditos sin interés –que se canalizaron a través de las Agencias para el Desarrollo de cada departamento– y otras alternativas de financiamiento a tasa subsidiada que están vigentes en entidades bancarias.
La titular de la Secretaría, María Eugenia Carrizo, sostuvo al respecto que “una de las principales herramientas de asistencia económica al sector frutihortícola consistió en la entrega de aportes no reintegrables por un monto superior a los 42 millones de pesos que benefició a más de 200 pequeños productores de los cinturones de la Costa Santafesina, Rosario y de Santa Fe, de los departamentos San Jerónimo y General Obligado
Los beneficiarios fueron productores de hasta cinco hectáreas de cultivos hortícolas o dos hectáreas de cultivo de frutillas, según lo declarado en el Registro Único de Producciones Primarias (Rupp). Esta asistencia económica fue destinada a la adquisición de insumos como semillas, fertilizantes, combustible, elementos de protección vegetal y elementos de riego, entre otros”.
LAS HERRAMIENTAS FINANCIERAS DISPONIBLES
Como se mencionó, otro tipo de herramientas que la provincia puso a disposición de los productores frutihortícolas fueron de tipo financieras. El gobierno provincial realizó aportes a las Asociaciones y Agencias para el Desarrollo para la conformación de fondos rotatorios que permitieron entregar créditos sin interés a 12 meses, con igual plazo de gracia, con el objetivo de recomponer parte del capital de trabajo afectado.
Además, Santa Fe gestionó dos líneas de créditos a través de los bancos de la Nación Argentina y el Nuevo Banco de Santa Fe, que cuentan con una bonificación en la tasa de interés por parte de la provincia. Estos financiamientos, también destinados a la recomposición de capital de trabajo, se encuentran aún vigentes y pueden ser gestionados ante las mencionadas entidades bancarias por cualquier productor que cuente con su certificado de emergencia o desastre.
La línea del Banco Nación tiene un fondo total de 3.000 millones de pesos y está orientada a MiPyMEs agropecuarias. Cada productor puede recibir hasta 3 millones de pesos a reintegrar en hasta 18 meses, con un máximo de 12 meses de gracia. Esta línea tiene actualmente una tasa aproximada final para el productor del 71,5% anual, la cual incluye 5 puntos porcentuales de subsidio provincial.
Por otro lado, el Nuevo Banco de Santa Fe cuenta con un fondo de 5.000 millones de pesos para los mismos destinatarios. Mediante esta línea, los productores pueden acceder también a hasta 3 millones de pesos con un plazo de hasta 18 meses con un máximo de 6 meses de gracia. Este financiamiento, que cuenta con 15 puntos de subsidio provincial, tiene una tasa final para el productor de 54,5%.