Desde la Asociación Conmemorativa de la Primera Yerra están ultimando los detalles para concretar la 47° Fiesta Provincial de la Yerra para los días sábado 17 y domingo 18 de junio. Una vez más la entrada será libre y gratuita, con el gran esfuerzo de la Comuna de Cayastá a través de Edgardo Berli, el apoyo del Gobierno Provincial y del Senador Carlos Kaufmann.
Será una gran oportunidad para disfrutar a pleno de dos días a pura tradición, vísperas de feriado largo y el Día del Padre con toda la familia.
Haciendo Historia:
Quien fuera el senador por Garay hasta su fallecimiento (17/5/2023) el Dr. Ricado Kaufmann, siempre decía:
“No puede construirse nada bueno ni perdurable si no conocemos y respetamos la propia historia”
También solía destacar que este acontecimiento tiene un carácter especial no sólo es el punto más alto en territorio santafesino en el rescate de tradiciones y destrezas gauchas, sino que su celebración viene respaldada desde el fondo mismo de la historia en estas tierras: rememora la 1ª Yerra, celebrada -según se acepta por diversas fuentes- en junio de 1576, tres años después de la fundación de Santa Fe. Y se hace, además, en los corrales de quien fuera fundador de la ciudad -y posteriormente de la segunda fundación de Buenos Aires-, Juan de Garay, ubicados al sur de la traza de Santa Fe La Vieja.
Kaufmann instruía que: si bien en Santiago del Estero -madre de ciudades- había ya marcas de ganado, la celebración santafesina está documentada por el hallazgo de las marcas de los españoles dueños de tierras y ganado, aceptándose que Juan de Garay fue el primer estanciero del Río de la Plata. Y que esa celebración (la primera yerra), plena de significados remite a tres momentos de la historia, a orillas del -entonces- río de los Quiloazas, hoy San Javier: a la vida de los pueblos originarios, a la llegada del español -y con él, reses y caballos- y al mestizaje y la apropiación que el criollo hizo del caballo. “La Patria se hizo a caballo”, recordaba Kaufmann, quien además precisó que esos primeros ejemplares vinieron con el propio Garay, siguiendo su derrotero: desde Perú a Asunción y desde allí, bajando por la margen derecha del Paraná y sus afluentes, hasta nuestras tierras.
