La Vuelta del Paraguayo es uno de los barrios costeros de la capital provincial. Formado a fines del siglo XIX por familias que llegaban para trabajar en el Puerto, esta lonja de tierra que surge entre la vera de la Ruta Nacional 168 y el riacho Santa Fe, está a punto de contar por primera vez en su historia con iluminación led. La Municipalidad de la Ciudad de Santa Fe está finalizando los trabajos que incluyen la colocación de más de 45 columnas y focos, con una inversión superior a los 30 millones de pesos.
El intendente Emilio Jatón supervisó la última etapa de la obra y dialogó con las vecinas y vecinos, la Municipalidad decidió ampliar los trabajos que se llevan adelante en Alto Verde y “Tomar también La Vuelta del Paraguayo con más de 45 columnas alrededor de la iglesia, la escuela, la plaza y todo el camino circundante al barrio”, destacó el intendente.
Jatón repasó que desde el comienzo de su gestión, el plan de Iluminación que la Municipalidad puso en marcha para modernizar el tendido de toda la capital provincial ya lleva colocadas 5.500 columnas y 17.000 artefactos nuevos, a los que se suman todos los que fueron reparados porque sus condiciones así lo permitían.
Alto Verde y La Boca
En menos de un mes, también concluirán los trabajos en Alto Verde. Cabe recordar, que con una inversión de 150 millones de pesos, la Municipalidad continúa con la reposición de luminarias y la colocación de otras nuevas en el distrito Alto Verde. En total serán casi 360 lámparas led, en un plan que incluye al puente que une este barrio con el paraje La Boca y La Vuelta del Paraguayo.
Gustavo Ponce, presidente de la vecinal de La Vuelta del Paraguayo, aseguró que “hace mucho esperábamos estas obras y ahora ya están casi terminadas. Somos cerca de 150 familias las que vivimos acá y hace más de 20 años que tenemos sólo algunos focos. Pero ahora la luz llegó a lugares donde no había nada y está todo el barrio iluminado. Estamos en zona de isla, así que es muy importante esto para el barrio, es un antes y un después”, afirmó.
Por su parte, Yoana Gonzáles, vecina del lugar, describió como “una alegría inmensa”, “Antes no veíamos nada y ahora hay una iluminación hermosa que nos deja ver cuando los chicos salen de la escuela. Mis suegros y mi esposo se criaron acá pero nunca tuvieron luz; ahora nuestros hijos se van a crían con iluminación y eso nos pone muy orgullosos y felices”, culminó Yoana.