Desde el 30 de agosto y hasta el 3 de septiembre, el Ministerio de Desarrollo Social, a través de la Dirección Provincial de Comunidades Originarias, acompañará la celebración del Dalagaic Ñaga Moqoit, (Año Nuevo Mocoví), en las localidades de Colonia Francesa (San Javier), Colonia Dolores, Calchaquí, Melincue, y La Criolla. Desde el año 2021 el Gobierno de Santa Fe oficializó el 30 de agosto como una fecha trascendente de la espiritualidad Mocoví y la incorporó en su calendario oficial
Esta ceremonia ancestral marca el cierre de un ciclo e inicio del otro hacia el nuevo año, según el calendario propio de los Moqoit. En este Ciclo Espiritual se comienza a percibir el cambio de color de la naturaleza, los cambios del viento, el silbido de las aves, el despertar de la iguana, la llegada de la abejas, la posición de las estrellas, y otros cambios, que son las señales de la pronta llegada del Dalagaic Ñaga Moqoit, (Año Nuevo Mocoví).
Para conmemorar la llegada de este nuevo ciclo, integrantes originarios de las distintas comunidades mocovíes de la región, por espacio de cinco días, realizarán rituales ancestrales típicos compuestos por danzas, música y cantos, encendido del fuego sagrado y saludos a los cuatro vientos, entre otros.
En los festejos se realizará el ritual conmemorativo con el encendido del fuego sagrado, que significa la salvación que renueva el espíritu y que trae paz y convoca a hablar y escuchar. Además, habrá danzas, música y cantos que anunciaron los nuevos brotes y el despertar de la naturaleza.
La ceremonia espiritual del Año Nuevo Mocoví consiste en la formación del círculo ceremonial ancestral, con el encendido del fuego sagrado de parte de los ancianos, el saludo a los cuatro vientos y las ofrendas de agradecimiento que los participantes realizaron en el norec (fuego), en una emotiva jornada de fraternidad, interculturalidad, encuentro y rescate de culturas ancestrales.
EL DESPERTAR DE LA IGUANA
Para las comunidades mocovíes, es un relato que transmite un mensaje a través de la iguana (shilcaic). Este animal se aletarga en el invierno y con las señales que le da la naturaleza, como el canto de los pájaros, el rebrote de los árboles y el florecer de los aromitos, comienza a despertar. Cerca del 30 de agosto llega una señal más fuerte: una gran tormenta con fuertes truenos y rayos que hacen temblar la tierra y terminan de despertar a la iguana. Sale de su cueva cambia la piel y es señal de la llegada de un nuevo ciclo.
Los ancianos de esas comunidades decían que cada ciclo era para enseñarnos, mudar y dejar las cosas que nos hacen mal, empezar de nuevo, eso que nos traba, que no nos deja seguir. Pedir la sabiduría de la naturaleza, para volver a comenzar. Cada nuevo ciclo es donde tenemos que poner los dones que nos regaló Qotaiolek (ser supremo).