Un remisero de 38 años cuyas iniciales son M.F.B. comenzará a ser juzgado como autor de un abuso sexual cometido en una zona rural en perjuicio de una joven mayor de edad. El debate se iniciará el viernes 22 a las 8:30 en la sala 6 de los tribunales de la ciudad de Santa Fe. El tribunal estará integrado por los jueces Lisandro Aguirre, Pablo Spekuljak y Luis Octavio Silva. El fiscal que investigó el hecho ilícito es Marcelo Nessier, quien también representará al MPA en el juicio. Tal como lo adelantó en la audiencia preliminar, solicitará una pena de 15 años de prisión para el acusado por la autoría del delito de abuso sexual con acceso carnal.
El ilícito que se juzgará fue cometido alrededor de las 11:00 de la mañana del sábado 23 de octubre de 2021.
“La víctima le pidió a una vecina que llamé un remís porque quería ir a la casa de su mamá”, “De acuerdo con lo relevado en la investigación penal preparatoria, el acusado no siguió el recorrido que debía haber hecho y se desvío por la zona de la costa”. El fiscal añadió que “Según relató la propia víctima, ella se dio cuenta de que el camino no era el indicado, comenzó a sentir miedo, se largó a llorar, el acusado la hizo pasar al asiento de adelante, luego le dijo que volviera al asiento de atrás, se tiró encima de ella y, a pesar de que se negó, la abusó sexualmente dentro del auto”.
VOLUNTAD DE ABUSAR
La investigación se inició a raíz de la denuncia que realizó la propia víctima en el área de Violencia de Género, Sexual y Familiar de la policía, “A raíz de lo planteado por la joven, se tomaron medidas inmediatas y se ordenaron diligencias, las cuales permitieron concretar la detención del acusado”, remarcó Nessier y explicó que “el 27 de octubre de 2021 se realizó la audiencia imputativa y el 2 de noviembre de ese año se dispuso su prisión preventiva, la cual continúa hasta la actualidad”.
El funcionario del MPA subrayó que “de la investigación penal preparatoria se desprende que hay elementos suficientes para obtener una sentencia condenatoria”. En tal sentido, argumentó que “El acusado actuó con la más absoluta indiferencia por las eventuales consecuencias que su conducta podría haber generado, con desprecio a la integridad sexual de la víctima y aprovechándose de la soledad de la joven”.
“En definitiva, el acusado siempre tuvo la voluntad de cometer el delito, lo cual se pone de manifiesto en la superación de distintos obstáculos que fue realizando para cometer el abuso sexual”, concluyó el fiscal.