La Fundación Florián Paucke de San Javier, recordó el nacimiento de Florián Paucke, un destacado personaje que dejó una huella imborrable en la historia de la localidad, la región y la provincia de Santa Fe. El 24 de septiembre de 1719 nació Florián Paucke en la entonces provincia de Silesia, Austria, y se convirtió en un mocoví más durante su estadía en estas tierras, siendo recordado y venerado por su contribución invaluable a la comunidad.
SU HISTORIA
Aunque poco se conoce de sus primeros años, su vida tomó un giro significativo el 6 de octubre de 1736 cuando ingresó a la Compañía de Jesús. Durante su formación, se destacó como estudiante y profesor de Humanidades y Teología en Breslau.
En 1748, Florián Paucke solicitó ser misionero entre los indígenas americanos y partió hacia el Río de la Plata el 6 de enero del mismo año. Durante su tiempo en América, vivió en Córdoba y luego en Santa Fe, donde desempeñó un papel crucial como misionero entre los indios mocovíes de San Javier. Su labor fue notable y abarcó diversos campos, desde la música, donde destacó como compositor y ejecutor de instrumentos, hasta la intensificación de la agricultura y la apertura de talleres de fabricación en las reducciones que organizó.
Florián Paucke también aprendió la lengua mocoví y dejó valiosos escritos, que comprenden más de 1,000 páginas con hermosas ilustraciones, que han sido editados bajo títulos como “Hacia allá y para acá”, “Entre los Mocovíes de Santa Fe”, y “Entre los Abipones del Chaco”. Gracias a su trabajo, esta región marginal del continente adquirió un registro gráfico propio que ha sido utilizado en estudios históricos.
SU LEGADO
El legado de Florián Paucke trasciende el tiempo y el espacio, y su impacto en la cultura y la historia de Santa Fe es innegable. Un historiador argentino lo describió como alguien que hizo “La más hermosa historia santafesina” y dejó un testimonio invaluable de su tiempo. Florián Paucke falleció en Neuhauss, Baja Austria, el 13 de abril de 1780.
Es un deber de todos los Sanjavierinos conocer, valorar y actualizar su legado, rescatando y aplicando los valores presentes en su obra. Su humanismo, respeto y valoración por el entorno natural, su visión estratégica, su sentido comunitario de la organización social, sus métodos pedagógicos de siembra y espera, su fe en Dios, su esperanza en el horizonte y su amor a Dios y al pueblo mocoví son ejemplos perdurables que continúan inspirando a la comunidad.