Una añeja pelea entre familias vecinas que residen en Los Zapallos, localidad del departamento costero santafesino de Garay, terminó de manera trágica el pasado miércoles. Un joven murió y dos de sus tíos resultaron heridos. Por el sangriento episodio fue detenido este viernes Edgar Fabricio Britos, de 31 años, quien era buscado por la policía, pero él mismo entró caminando a la comisaría del pueblo para entregarse. A media mañana de este sábado, este hombre fue imputado por homicidio calificado por el uso de arma de fuego y también por el mismo delito pero en grado de tentativa. Las partes comparecieron ante la jueza Cecilia Labanca. El Ministerio Público de la Acusación está representado en la causa por la fiscal que tiene a cargo la investigación, Ana Laura Gioria; y los abogados defensores son Juan Pablo Temón y Victoria Regali. El próximo lunes se decidirá en audiencia de medidas cautelares si el sospechoso va a continuar en prisión preventiva mientras avanza la investigación.
La víctima fatal se llamaba Alejandro Cárdenas de 19 años y una perdigonada impactó entre su abdomen y su pierna derecha. Murió en el lugar. Uno de sus tíos por parte de madre, Luis Moreira, de 32 años, también resultó herido de gravedad y fue trasladado de urgencia al Hospital Cullen, donde permanece internado en la Unidad de Terapia intensiva.
Una buena parte del tiroteo quedó registrada por la filmación de un teléfono celular. También hay fotos que muestran Britos apuntando una escopeta. Ahora, la fiscalía intentará determinar con precisión todo lo que ocurrió esa tarde trágica.
Relato del Conflictos
Las familias enfrentadas residen a poca distancia entre sí y se dedican a la caza, la pesca y las changas. Según puede apreciarse en las imágenes, Cárdenas se parapeta detrás de un árbol frente a la casa de Edgar Fabricio Britos y apunta hacia allí con lo que parece ser un arma de fuego de puño. No se puede asegurar que haya efectuado disparo alguno. La secuencia dura segundos y muestra luego cómo el joven finalmente se retira al trote y su tío pasa corriendo por detrás.

Se escuchan entonces varios gritos seguidos de fuertes detonaciones, pero la imagen se pierde. Cuando la cámara lo vuelve a tomar, Cárdenas está en el piso, agonizante.
Desde un primer momento, la policía comenzó a buscar a Britos, que permaneció prófugo por algunas horas. Finalmente, él se entregó el viernes en la comisaría de los Zapallos, donde quedó alojado a disposición de la fiscalía.
Los investigadores sólo secuestraron un arma de fuego, una escopeta calibre 12 que habría sido la utilizada para disparar contra Cárdenas y Moreira.
Estrategia de la Defensa
Los abogados defensores de Britos sostienen que su cliente sólo se defendió ante una agresión que ponía en riesgo su vida y la de su familia. Aseguran que son varios los impactos de bala que quedaron en la fachada de la vivienda del imputado. Estos hoyos de proyectiles habrían sido constatados por peritos, pero lo que difícilmente pueda determinarse es si se produjeron ese miércoles o datan de algún incidente previo.
La familia de Britos, a la que horas atrás le quemaron un automóvil, denuncia amenazas de parte de allegados al joven fallecido.
Por otra parte, la familia de Cárdenas sostiene que todo había comenzado más temprano ese miércoles, cuando alguien había atacado con un arma blanca a otro tío del joven, a quien le provocó un profundo corte en una mano. Este incidente habría generado la reacción de su sobrino y su hermano.
Fuente: El Litoral