Un hombre de 55 años identificado como Marcelo Roberto Barraza fue condenado a un año de prisión efectiva por haber hurtado un teléfono celular que estaba dentro de un automóvil en la ciudad de Santa Fe. El dispositivo móvil perteneció a un joven trágicamente fallecido y estaba en poder de su madre, quien lo atesoraba ya que en el estaban las fotos y videos de su hijo. Además, dos personas a las que se investigó penalmente en el marco del mismo legajo se sometieron a suspensiones de juicio a prueba. Se trata de una mujer de 44 años, cuyas iniciales son L.G.A., que fue imputada como coautora del hurto; y un hombre de 22 años, de iniciales J.R.B., que es hijo de ella y del condenado, al que se le atribuyó la autoría de defraudación especial por estelionato (engaño o fraude que ocasiona un perjuicio).
Las resoluciones fueron dispuestas por la jueza Celeste Minniti en el marco de una audiencia llevada a cabo en los tribunales de la capital provincial. La fiscal que llevó adelante la investigación y representó al MPA en la audiencia es María Laura Urquiza. En relación a la pena impuesta a Barraza, resaltó que “Al definir el monto y el modo de cumplimiento, se contempló que cuenta con un antecedente penal condenatorio”. En cuanto a las personas que se sometieron a las suspensiones de juicio a prueba, la fiscal señaló que “deberán cumplir reglas de conducta por dos años y hacer donaciones a la Asociación Civil de Familiares de Víctimas de la Inseguridad que funciona en la capital provincial”.
¿CÓMO OCURRIÓ?
El hecho ilícito fue cometido el jueves 18 de abril en inmediaciones del Parque del Sur. Urquiza indicó que “entre las 18:00 y las 19:00, el condenado usó un instrumento –que no se pudo precisar de qué tipo– para abrir un automóvil marca Ford modelo Focus que estaba estacionado en la esquina de la avenida J.J. Paso y 1º de Mayo”.
“Barraza sustrajo del interior del vehículo un teléfono celular marca Iphone modelo 7 plus, una cadenita, un estuche con lentes recetados, un juego de llaves y una billetera que contenía tarjetas bancarias y documentación personal”. La fiscal puntualizó que “El dispositivo móvil tiene un valor sentimental para la víctima ya que en él están almacenados fotografías y videos de su hijo fallecido”. Al respecto, recordó que “a partir de diferentes diligencias, logramos localizar el celular en la ciudad de Ceres (departamento San Cristóbal)”.
Urquiza puntualizó que “además del condenado, la mujer imputada fue investigada como coautora del hurto. Por su parte, al hijo de ambos se le atribuyó haber vendido el teléfono como si fuera propio”. Barraza reconoció su responsabilidad penal como coautor de de hurto calificado por hacer uso de instrumento.
La Defensa aceptó la atribución delictiva propuesta por la Fiscalía, la pena a un año de prisión efectiva y la decisión de abreviar los procedimientos del juicio. En tanto, la mujer que resultó víctima, fue notificada sobre lo dispuesto y manifestó su conformidad con lo resuelto.