El vecino de Santa Rosa de Calchines, Oscar Rito “Cacho” Medina, de 51 años de edad, que se desempeñaba como entrenador de futbol, fue condenado a 18 años de prisión por haber abusado sexualmente de dos niñas de la localidad costera. Las víctimas forman parte de su entorno familiar: una es su sobrina –quien ya es mayor de edad–, y la otra, es hija de su nuera (ninguna comparte el apellido con él). La sentencia fue resuelta por unanimidad por las juezas Celeste Minniti (presidenta del tribunal) y Cecilia Labanca y el juez Gustavo Urdiales, en un juicio oral. El Fiscal que representó al MPA en el debate es Roberto Olcese, quien integra la Unidad Fiscal Especial de Violencias de Género, Familiar y Sexual de la Fiscalía Regional 1.
El Fiscal de la Unidad Fiscal Especial de Violencias de Género, Familiar y Sexual de la Fiscalía Regional 1, Roberto Olcese, destacó que “El tribunal consideró acreditadas las calificaciones penales de los hechos por los que investigamos a Medina y optó por una pena sólo dos años menor a la que solicitamos en la acusación”, y mencionó que “La Querella también había pedido 20 años de prisión”. En tal sentido, sostuvo que “Si bien aguardaremos los fundamentos del fallo, estamos conformes con lo dispuesto”.
LOS HECHOS
El Fiscal valoró que “Tras los alegatos de clausura, tanto la sobrina de Medina como la madre de la otra niña que fue abusada por él declararon en una audiencia de las denominadas de impacto, tal como lo prevé la ley provincial de Derechos y Garantías de las personas víctimas de delitos número 14.181”. Precisó que “Mediante cartas escritas por ellas mismas que leyeron ante el tribunal, dieron cuenta de las consecuencias que tuvieron los ilícitos y remarcaron que esperaban que el agresor sea condenado”.
“El condenado abusó de su sobrina de manera sistemática entre 2008 y 2013”, y detalló que “Los primeros hechos fueron cometidos antes de que ella iniciara su escolaridad primaria”. Según afirmó, “Las agresiones sexuales tuvieron lugar en la casa de Medina, en ocasiones en las que él se quedaba a cargo de cuidar a la víctima”.
“La denuncia fue realizada por la madre de la mayor de las víctimas, luego de que su hija –por entonces, adolescente–, le pudo contar lo que había padecido durante su infancia”. A su vez, resaltó que “Al enterarse, la madre de la otra niña a la que Medina abusó habló con su hija sobre el tema e informó a las autoridades lo que la pequeña le dijo”.
Asimismo, expuso que “El hombre de 51 años vulneró la integridad sexual de la otra niña entre 2019 y 2021, época en la que ella transitó la primera parte de la primaria”. Al respecto, agregó que “Estas conductas delictivas también fueron en la vivienda del condenado, en diferentes oportunidades en las que la niña se quedó a solas con él”.
“Por las características de los abusos y el contexto de confianza intrafamiliar del que Medina se aprovechó, lo sucedido tuvo entidad suficiente para afectar el libre y progresivo desarrollo sexual de ambas víctimas”, subrayó Olcese.
DELITOS
“Cacho” Medina fue condenado a 18 años de prisión como autor de abuso sexual con acceso carnal calificado (por la guarda) y promoción a la corrupción de menores agravado (por la edad y la guarda), en perjuicio de su sobrina. En relación a los ilícitos cometidos en contra de la otra víctima, se le impuso la pena por la autoría de abuso sexual gravemente ultrajante calificado (por la guarda).
LA CARTA DE UNA DE LAS VÍCTIMAS
“En un principio, el proceso no fue fácil, hablar no fue fácil. Contar una verdad que conllevó sus consecuencias, no es nada fácil. Hoy tengo la valentía suficiente para enfrentar a un perverso.
¿Quién es un perverso? alguien malo que causa daño intencionadamente. Un perverso que se mostró por mucho tiempo como una persona buena ante su familia y conocidos, pero que a sus espaldas abusaba de su propia sobrina. Y quien sabe de cuantas más…
El después de hablar, de romper con una realidad que NO era, llevo a una serie de secuencias, como escraches e insultos, de alguien (y la única persona) que no me creyó. Esta mujer quien también hizo público con total libertad lo que yo supe contar en cámara gesell. La cual espero tengan en cuenta para su castigo.
Tuve sentimientos de enojo, impotencia y decepción. Todo en este proceso muy largo. Por eso es que espero una justicia digna, por mí, por M., y por todos quiénes en su momento confiaron en esta persona.
Me gustaría pedir más, porque cuando se trata de perversos una espera que mueran en la cárcel, pero como fue siempre “si no hay tantas pruebas es menos creíble”.
Pido 20 años. 20 años, no menos, por el daño que causó. 20 años, por las infancias que arruinó. 20 años, por la inocencia y confianza de quien lo apreciaba, porque abusó de eso. 20 años, por su propia familia que confiaba en él cuando le dejaban a cargo a niñas. 20 años, por la tranquilidad y paz de saber que está donde le corresponde .
Para finalizar, lo que pasó fue una parte de mí pero no se trata de mi vida entera. No es quien soy, pero hoy estoy acá por la niña que fui que solo quería jugar a las cartas con su tío.”