Cada 30 de agosto se celebra el día de Santa Rosa de Lima, y, según la creencia popular, alrededor de esta fecha hay que esperar una tormenta intensa. Pero ese “alrededor” no está fijo, puede ser una tormenta que ocurre unos 3 o 4 días en torno al 30 de agosto o unos 15 días antes y después de esa fecha. Lo cierto, es que , cualquier tormenta entre agosto y septiembre podría ser “La de Santa Rosa”. Por ese motivo, desde el Servicio Meteorológico Nacional decidieron ponernos un poco más estrictos y fijar algunos parámetros para analizar la frecuencia del popular fenómeno. Por el momento, las provincias que tienen las mayores probabilidades de tener la famosa tormenta de Santa Rosa son Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires (incluye CABA), Córdoba y el este de La Pampa.
ESTADÍSTICAS
El Servicio Meteorológico Nacional, considera los datos del 25 de agosto al 4 de septiembre (5 días antes y después de Santa Rosa) desde 1906 hasta 2023.
El resultado del análisis demostró que, en los 118 años de registro, en 67 oportunidades (57% de los casos) se produjeron tormentas en esas fechas, aunque no siempre estuvieron asociadas a precipitaciones intensas y/o abundantes.
Luego contabilizaron, para cada año, la cantidad de días consecutivos con precipitaciones y la lluvia acumulada. En caso de registrarse más de un evento de tormentas en los 10 días considerados, se contabilizó solo el que dio lugar a mayor cantidad de agua caída.
¿LLEGA SANTA ROSA ESTE 2024?
Parece que este año podría sumarse un nuevo evento de Santa Rosa a las estadísticas. Y que, además, llegará a término. Los pronósticos indican que el mismo viernes 30 de agosto nuevamente tendremos el desarrollo de un sistema de baja presión (ciclogénesis) sobre la región pampeana, lo que dará lugar a lluvias y algunas tormentas.
Por lo que las Provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires (incluye CABA), Córdoba y el este de La Pampa, tendrán este fenómeno climático conosido como la “Tormenta de Santa Rosa”.
¿CUÁNDO SE CONSIDERA TORMENTA?
Según el glosario meteorológico de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), para que haya tormenta tiene que haber actividad eléctrica. Una lluvia sin la presencia de descargas bruscas de electricidad atmosférica acompañadas por un resplandor (relámpago) y un ruido (trueno), no clasifica como tormenta. Ahora bien, las tormentas se asocian a nubes denominadas convectivas (cumulonimbus) las que, generalmente, generan precipitaciones intensas en forma de chaparrón de lluvia o, en ocasiones, de nieve o granizo, así como también vientos fuertes.
En regiones como la Patagonia no es común tener la formación de tormentas, donde sí es frecuente la generación de tormentas en esta época es en el centro y noreste argentino. Desde mediados y finales de agosto, la atmósfera es sometida a cambios en su circulación debido a la proximidad de la primavera, lo que favorece la presencia de aire cálido, más humedad y condiciones propicias para su desarrollo. Eso sí, aunque popularmente se espera que la tormenta de Santa Rosa sea más fuerte que cualquier otra, no hay evidencia de que esto sea siempre así.