Un hombre de 47 años identificado como Miguel Ángel Albarracín fue condenado por haber agredido a una mujer que era su pareja en Santa Rosa de Calchines Se le impuso una pena de dos años de prisión de cumplimiento efectivo y fue declarado reincidente. Preocupación de una localidad que antaño era conocida por su tranquilidad y laboriosidad y que en la actualidad se encuentra sumergida en un espiral de violencia social.
La sentencia fue ordenada por el Juez José Luis García Troiano, y el Fiscal que llevó adelante la investigación es Ignacio Orio. Según precisó, “para definir el monto y el modo de ejecución de la pena se tuvieron en cuenta las características de las conductas delictivas, y también que Miguel Ángel Albarracín tenía antecedentes penales condenatorios”.
LOS HECHOS
El Fiscal Orio señaló que:
“El viernes 28 de junio de este año, luego de una discusión que mantuvieron en una vivienda ubicada en el barrio Túpac Amaru, donde ambos residían el condenado agredió a su pareja con un golpe de puño en el rostro”. “Semanas después, mientras estaban en el mismo domicilio, Albarracín volvió a agredir a la víctima”.
El Fiscal expuso que:
“Como resultado de las situaciones violentas, la mujer sufrió heridas leves” y remarcó que “A partir de lo ocurrido, la jueza comunitaria de Santa Rosa de Calchines emitió una orden judicial que le impedía al condenado estar a menos de 100 metros de la víctima”.
No obstante:
“El sábado 26 de octubre, Albarracín trangredió deliberadamente la restricción de acercamiento al intentar ingresar al inmueble de su expareja”. Al respecto, relató que “Una familiar de la mujer advirtió lo que sucedía y se comunicó con la Central de Emergencias 911”, y valoró que “minutos más tarde llegaron al lugar agentes policiales que aprehendieron al condenado”.
CALIFICACIÓN PENAL
Albarracín reconoció su responsabilidad penal como autor de lesiones leves dolosas calificadas (por el vínculo y por haber sido cometidas en un contexto de violencia de género), así como de desobediencia a la autoridad por el incumplimiento de un mandato judicial. Junto con su abogada defensora, el condenado aceptó la atribución delictiva, la pena impuesta y la decisión de abreviar los procedimientos del juicio.