La creciente superpoblación de jabalíes en la Provincia de Santa Fe, principalmente en la zona del Norte y de la Costa Santafesina, ha generado un impacto significativo en la producción agrícola, ganadera y en los ecosistemas naturales, desencadenando una fuerte controversia sobre el manejo de esta especie. Ante esta situación, el Senador provincial por el Departamento San Justo, Rodrigo Borla presentó un Proyecto de Ley en la Legislatura de Santa Fe para declarar oficialmente al JABALÍ EUROPEO (Sus scrofa) y sus cruzas como “plaga” en la provincia, debido a los efectos adversos de su proliferación descontrolada.
De acuerdo con registros oficiales, el jabalí ha causado daños económicos severos a los cultivos, pasturas, ganado y a infraestructuras rurales, como los sistemas de almacenamiento de granos. Además, la especie exótica representa un riesgo sanitario al ser vector de enfermedades zoonóticas como la brucelosis, triquinosis y fiebre aftosa.
La propuesta legislativa de Borla incluye la creación de un “Programa Provincial de Control Poblacional” para el ámbito rural, que buscaría reducir el número de ejemplares para proteger la actividad agrícola-ganadera y asegurar la sustentabilidad económica y ecológica de la región. La normativa también establece una estrategia de gestión de la especie mediante la colaboración de distintos sectores involucrados, como productores y organismos de control ambiental.
UNA ESPECIE INTRODUCIDA CON FINALIDADES DE CAZA
El jabalí europeo fue introducido en Argentina a comienzos del siglo XX con fines cinegéticos y, tras escapar del control de los cotos de caza, se expandió hacia zonas rurales y boscosas del país. Desde la década de 1990, el número de estos animales ha aumentado de manera alarmante, debido a su capacidad reproductiva: las hembras pueden tener camadas de hasta 12 crías dos veces al año. La falta de depredadores naturales, el abandono de prácticas rurales y el incremento de áreas cultivadas han facilitado esta proliferación.
La expansión del jabalí ha modificado los ecosistemas naturales, causando daños en bosques, pastizales y humedales. En el departamento San Justo, como en otras áreas de Santa Fe, se han reportado afectaciones tanto a la biodiversidad como a la infraestructura productiva, incluyendo sistemas de almacenamiento de granos y explotaciones de ganado feedlot, donde los animales buscan alimento, generando pérdidas y riesgos sanitarios.
RESPUESTAS REGIONALES Y DEBATE PÚBLICO
Varias provincias argentinas permiten la caza del jabalí sin restricciones, pero los recientes incidentes en Santa Fe han vuelto a poner en la agenda pública la urgencia de una estrategia de control poblacional integral. En respuesta a los problemas asociados a la expansión del jabalí, Borla expresó que “Es fundamental la intervención del Estado en la regulación de esta especie invasora, cuya presencia afecta tanto a la economía regional como a la salud y seguridad de los productores.”
La legislación propuesta se enmarca en el artículo 124º de la Constitución Nacional, que confiere a las provincias la gestión de los recursos naturales en sus territorios. Por ello, la Provincia de Santa Fe busca establecer un esquema de manejo poblacional que permita mitigar los impactos de esta especie en el ámbito productivo y ambiental.
La polémica continúa, y distintos sectores de la sociedad, incluidos ambientalistas y productores rurales, han manifestado opiniones diversas sobre las implicancias de esta declaración. Algunos ven la medida como una solución necesaria para reducir el daño económico y ecológico, mientras que otros instan a considerar opciones menos radicales, como programas de caza regulada y estrategias de conservación del ecosistema.
