Un viernes 20 de noviembre de 1970 quedó marcado en la memoria colectiva de Santa Fe como uno de los días más trágicos en su historia. Aquella tarde, alrededor de las 18 horas, un colectivo de la exempresa Helvecia que se dirigía de Santa Fe a San Javier perdió el control al cruzar el puente del Arroyo Leyes. El conductor, Juan Docce , (quien un día después murió de un paro cardíaco afectado por el episodio), chocó contra la barandilla y el vehículo se precipitó a las profundas aguas del arroyo Leyes.
El accidente cobró la vida de 54 personas, mientras que solo seis lograron sobrevivir. La tragedia dejó sumida en el dolor a familias y comunidades enteras, mientras que historias y anécdotas de lo ocurrido permanecieron ocultas durante años, esperando salir a la superficie.
Con el tiempo, esos relatos cobraron vida gracias al trabajo de Gustavo Farabollini, quien recopiló testimonios y reconstruyó lo sucedido en su libro El Puente de las Ánimas. Entre los recuerdos que emergieron de aquel día, destaca una historia que simboliza esperanza en medio del desastre: la de “LA BEBÉ DE LA BOMBACHITA DE GOMA“.
UN ACTO DESESPERADO Y UN RESCATE MILAGROSO
Según los relatos recogidos, en el caos del accidente, mientras valijas, juguetes y personas flotaban en las aguas turbias, una madre tomó una decisión desgarradora pero llena de amor: al ver que el colectivo caía al arroyo, abrió la ventanilla, sostuvo a su bebé de un año, Alicia Beatriz Poncelas, y la lanzó al agua con la esperanza de salvarla.
En la orilla, Joaquín Héctor Escobar, conocido como “El Tata”, observó con horror lo que sucedía. Sin dudarlo, tomó una canoa ajena que encontró cerca y se adentró en el arroyo para rescatar a quienes pudiera. En medio del caos, entre objetos y cuerpos flotando, sus ojos se posaron sobre algo que parecía una muñeca. Al acercarse, se dio cuenta de que no era un juguete, sino una bebé que flotaba gracias a su bombachita de goma.
El Tata logró salvar a Alicia y llevarla a salvo a la orilla, marcando un milagro en medio de la tragedia.
UN REENCUENTRO QUE CERRÓ EL CÍRCULO DE LA HISTORIA
Décadas después, gracias a la investigación del periodista Juan Trento, Alicia y El Tata pudieron reencontrarse. Aquel hombre, que había sido su salvador cuando era apenas un bebé, se convirtió en una figura clave en su vida, un recordatorio de cómo un acto de valentía puede cambiar el destino.
Hoy, la historia de Alicia y su bombachita de goma es recordada con emoción y nostalgia, como un símbolo de esperanza en medio de la adversidad. Aunque el accidente del Arroyo Leyes sigue siendo una de las mayores tragedias de la provincia, relatos como este muestran cómo la humanidad y el amor pueden brillar incluso en los momentos más oscuros.