El primer día de diciembre trajo consigo un feroz embate climático que sacudió la tranquilidad de la localidad de Cayastá. Pasadas las 14 hs, una tormenta de intensidad inusual desató el caos, dejando a su paso un rastro de destrozos que conmocionó a la comunidad.
La fuerza del viento, que incluyó lo que especialistas identificaron como una cola de tornado, arrancó árboles de raíz, desprendió techos de viviendas y comprometió la seguridad en las rutas, donde ramas y escombros dificultaron el tránsito.
Los vecinos, sorprendidos por la magnitud del fenómeno, trabajaron durante horas para despejar calles y proteger lo que quedó en pie. Aunque no se registraron víctimas fatales, los daños materiales generaron preocupación por las viviendas afectadas y la infraestructura local.
Las autoridades comunales enseguida estuvieron a la altura de lo acontecido. Emitieron alertas preventivas para la circulación y resguardo de los vecinos, mientras equipos de emergencia y voluntarios se desplegaron para atender las necesidades más urgentes. La tormenta no solo dejó huellas en el paisaje, sino también en el ánimo de una comunidad que enfrenta nuevamente la fuerza implacable de la naturaleza.