Tras su bajante histórica, del río Paraná y sus afluentes (río San Javier, lagunas y riachos), hoy el Puerto de Santa Fe y en la Zona de la Costa Santafesina muestra un notable repunte en su nivel, cerrando 2024 con cifras que superan ampliamente las marcas extremadamente bajas de años previos. Actualmente, el nivel del río en el Puerto de Santa Fe es de 3,27 metros, tras haber alcanzado un pico de 3,53 metros, ubicándose como el tercer registro más alto del año. Sin embargo, los ingenieros del Instituto Nacional del Agua (INA) advierten que este ascenso está próximo a estabilizarse, dado el descenso gradual en las secciones superiores del río.
PROYECCIONES HIDROMÉTRICAS
El último informe del INA prevé que para el 31 de diciembre el nivel del Paraná en Santa Fe oscilará entre 2,85 y 3,60 metros, mientras que para el 7 de enero las cifras estarían entre 2,55 y 3,30 metros. Estas estimaciones, sujetas a actualizaciones periódicas, reflejan la influencia de las lluvias registradas en la cuenca no regulada del río en Brasil, aguas arriba de Itaipú.
Si bien estas precipitaciones generaron una onda de crecida, su impacto fue moderado por la vasta llanura, que aún enfrenta secuelas de la sequía, aunque con una mejora en las condiciones de humedad en comparación con años anteriores.
EL NIÑO
El fenómeno El Niño – Oscilación Sur se encuentra en un estado neutral, con una probabilidad equilibrada entre el desarrollo de La Niña (50%) o la permanencia de condiciones neutras (49%) durante el trimestre diciembre-enero-febrero 2025.
Este contexto sugiere un verano con precipitaciones de promedio a ligeramente bajas, lo que mantendría al Paraná en niveles de aguas medias a bajas en la región de la Costa Santafesina.
NAPAS y CAPAS FREÁTICAS
En la región de la Costa Santafesina, las napas subterráneas muestran cierta recuperación tras las intensas bajantes de años anteriores. Sin embargo, la sequía prolongada dejó huellas en su capacidad de recarga, y su nivel actual está ligado tanto a las lluvias locales como al comportamiento del río Paraná. Aunque las condiciones han mejorado, el monitoreo sigue siendo esencial para evitar impactos negativos en las actividades agrícolas y urbanas dependientes de este recurso.
PRONÓSTICO VERANIEGO
El verano 2025 se perfila con condiciones climáticas inciertas, transitando hacia una estación tradicionalmente más húmeda. Si bien es poco probable que se produzca una recuperación significativa hacia niveles de aguas altas, la evolución del Paraná dependerá en gran medida de las lluvias en la cuenca alta brasileña. Los expertos destacan la necesidad de un monitoreo constante para adaptar las estrategias locales a los cambios hidrológicos que puedan surgir.
En resumen, aunque el Paraná experimenta un ascenso alentador, las proyecciones para los próximos meses llaman a la prudencia, considerando tanto las condiciones climáticas globales como los patrones locales de lluvia.